Defensa prepara un decreto para garantizar el principio de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en los procesos de ingreso, formación y desarrollo de la carrera militar.
Piezas que faltan para un Ejército con igualdad
Pese a que el Ministerio de Defensa ha puesto herramientas en marcha para evitar el acoso sexual y la discriminación en las Fuerzas Armadas, sigue ocurriendo. Sobre todo, a la hora de denunciar estos hechos. El miedo a las represalias de las mujeres militares está como primer obstáculo a la hora de denunciar. Por eso, desde el ministerio, se puso en marcha un manual dirigido a los mandos para detectar y acabar con el acoso sexual. En ese momento, 2015, se conoció que de las 174 denuncias que habían recibido en los últimos diez años solo se concretaron 12 condenas por acoso. Muchos más fueron los casos donde las víctimas tuvieron que abandonar su puesto o destino.
Dentro de la discriminación por sexo, el manual especifica situaciones que se pueden dar en la cadena de mando. Estas son comentarios despectivos, tanto acerca de una militar como de las mujeres, o demérito de la valía profesional por el hecho de la maternidad o de la paternidad. También las conductas hostiles hacia quienes ejerciten derechos de conciliación o minusvaloración a quien no se comporte conforme a los roles socialmente asignados a su sexo.
Casos de desigualdad y acoso sentenciados
Uno de los últimos casos más sonados y polémicos ocurrió en Tenerife. El pasado año la Sala de lo Militar del Supremo anuló la sentencia que absolvía a cinco suboficiales del Ejército de Tierra. La sentencia daba por probado que acosaron a una militar con rango de sargento, sometiéndola a toda clase de vejaciones y humillaciones y burlándose de su orientación sexual.
Además de la falta de denuncias y el bajo porcentaje de condenas, la impunidad sigue siendo denunciada. Es el caso de una sentencia que pese a probar que un teniente acosó sexual y profesionalmente a una subordinada, seguirá en el ejército. Aunque la condena es de dos años y tres meses de cárcel, le libra de la expulsión, pese a que el Código Militar Penal lo prevé. La conducta del oficial, que la sentencia describe con gran crudeza, habría supuesto probablemente la pérdida de la carrera si se le hubiera abierto expediente disciplinario.
Contra el acoso y la discriminación
Con todos estos antecedentes, el ministerio de Defensa ha querido dar un nuevo impulso a sus políticas por la igualdad. Según El Confidencial Digital, se aprobará un “Real Decreto de medidas ampliatorias para garantizar la aplicación efectiva del principio de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en los procesos de ingreso, formación y desarrollo de la carrera militar del personal de las Fuerzas Armadas”.
Esto tiene como objetivo evitar “las discriminaciones directas e indirectas; el acoso sexual y el acoso por razón de sexo”. También “la discriminación por el embarazo, la maternidad, la asunción de obligaciones familiares o el ejercicio de los derechos de corresponsabilidad de la vida personal, familiar y laboral”. Esta nueva disposición también abordará “las represalias como consecuencia de las denuncias contra actos discriminatorios y los actos y cláusulas de los negocios jurídicos que constituyan o causen discriminación por razón de sexo”.
Legislación específica para las Fuerzas Armadas
Según estas informaciones, el Ministerio de Defensa considera necesaria una nueva legislación específica, con la idea de favorecer la plena equiparación entre mujeres y hombres, para ejercer la corresponsabilidad de la vida personal, familiar y laboral, quedando prohibido cualquier trato discriminatorio directo o indirecto por razón de sexo.
También se trata de garantizar que los militares “gocen de las mismas medidas de protección y amparo que el resto de los trabajadores pertenecientes al sector público”. Esto situaría la protección laboral en un nivel similar al que otros funcionarios de otros cuerpos puedan tener.
Cambios concretos por la igualdad
Para saber cómo será, es bueno tener como referencias ciertas normas. Empezando por el Real Decreto-ley 6/2019 de medidas urgentes para garantizar la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación. También la parte de igualdad de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público y el texto refundido del Estatuto de los Trabajadores, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre.
También normas propias de las Fuerzas Armadas como el Real Decreto 168/2009, por el que se aprueba el Reglamento de evaluaciones y ascensos. Seguidos del Real Decreto 293/2009, sobre la protección de la maternidad en el ámbito de la enseñanza o el Real Decreto 1111/2015 que contiene el reglamento de adquisición y pérdida de la condición de militar, entre otros.
Conciliación y corresponsabilidad
Son algunos pasos los que la actual ministra ha dado para mejorar la igualdad dentro de las Fuerzas Armadas. En el listado están abrir guarderías en los cuarteles, facilitar la reducción de jornada de militares con hijos e hijas o evitar que trabajen en días festivos. También se han dado pasos por las víctimas de violencia de género, como favorecer el cambio de destino, o que en las academias haya contenido formativo respecto a la igualdad.
Para llegar a estos avances, mucho se ha tenido que pelear. Sin ir más lejos, el derecho a conciliar vida personal y profesional ha progresado gracias a las sentencias judiciales. Es el caso de una cabo que en 2014 logró que un tribunal le reconociera ese derecho. Si bien el Ejército le había concedido reducir su jornada al 50%, le obligaba a ir a la mitad de las guardias y maniobras. Acciones que pueden durar varios días seguidos, por lo que no podía cuidar de sus hijos menores de 12 años. El tribunal le reconoció la situación “de excepción” y defiende que la conciliación no está reñida con su carrera profesional.
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Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad
