Cine y machismo: el acoso en la industria cinematográfica

Cine y machismo: el acoso en la industria cinematográfica
21 marzo 2024 Laura L. Ruiz

En los últimos meses, la industria cinematográfica española ha estado sacudida por una ola de denuncias de acoso sexual, un nuevo #Metoo reflejo de un movimiento global que trata de acabar con los comportamientos abusivos del sector. Explicamos las relaciones de poder que pueden llevar al acoso en el cine y la importancia de denunciar.

Cine y machismo

El primero de los revuelos se produjo pocas semanas antes de los Premios Goya. La cita más importante del cine español y donde todos hacen ver las buenas relaciones y ambiente que hay en este sector. Pero no es oro todo lo que reluce, como en muchos otros campos laborales. El cine es un sector en el que cuentan especialmente las relaciones personales y, detrás de las cámaras, son muchos los testimonios que describen un ambiente de trabajo a menudo tóxico y peligroso, especialmente para las mujeres y las minorías. Comentarios inapropiados, tocamientos no deseados o, directamente, agresiones físicas, han sido comportamientos normalizados demasiado tiempo en el sector.

A esto se suma la desigualdad patente que hasta hace unas décadas existía. Empezando por la invisibilización de muchas directoras o guionistas, pasando por la división sexual de los trabajos. Fotografía, música o trabajos técnicos, frente a actrices, maquillaje o peluquería. Afortunadamente, esto está cambiado, pero todavía queda mucho por avanzar.

De Weinstein al #MeToo

El caso más sonado es el del productor estadounidense Harvey Weinstein. Más de 80 mujeres denunciaron, como un goteo continuo, agresiones y presiones por parte de Weinstein. Desde el acoso, el chantaje sexual, hasta la violación o la agresión sexual más virulenta. Gracias a que aparecieran testimonios de algunas víctimas en medios de comunicación tan importantes como The New York Times y The New Yorker, fue posible destapar el caso. A estos testimonios se unieron muchos más bajo la etiqueta de #MeToo destapando el acoso en el cine y la importancia de denunciar. 

Aunque él lo negó, primero fue despedido de su propia compañía, expulsado de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas hasta que, finalmente, fue condenado. El 24 de febrero de 2020, un jurado encontró a Weinstein culpable de violación en tercer grado. El efecto de este caso fue que se destaparan agresiones y denuncias contra otros todopoderosos en Hollywood, como el cineasta James Toback, acusado por más de 200 mujeres, el comediante Louis C.K o el cineasta Brett Ratner, acusados por seis mujeres en cada caso. 

Acoso en el cine español, el caso de Carlos Vermut

El efecto de #MeToo llegó a muchos más sectores como el periodismo (resumido en la película ‘El escándalo’ sobre lo vivido en la cadena Fox News), las finanzas o la gastronomía. Ejecutivos, editores, publicistas o chefs fueron denunciados por muchas mujeres y hombres que habían sufrido violencia sexual amparándose en su situación de poder. Eso mismo ha pasado recientemente en España en el ámbito del cine. Siempre se han reconocido malos tratos de cara al reparto o equipo por parte de directores o productores, pero nunca han tenido esta repercusión. 

El pasado mes de enero El País publicaba una investigación que señalaba a Carlos López del Rey, conocido como Carlos Vermut, como agresor sexual. Pese a la respuesta tibia del sector, otras tres mujeres más dan un paso adelante para decir que a ellas les había ocurrido lo mismo. El guionista y director de cine respondió al medio negando que hubiera tenido relaciones sin consentimiento. Los relatos de las víctimas y el testimonio de muchas personas que conocían estos casos hicieron creíbles las denuncias. 

Armando Revelo y Javier Pérez Santana

Este empuje y respaldo de la sociedad —pese a que no hubo un rechazo total de la industria— hizo posible que más víctimas levantaran la voz. Esta vez lo hicieron contra el cineasta canario Armando Ravelo, que fue acusado por una actriz de acoso sexual. Esto ocurrió cuando la actriz tenía solo 15 años y tuvo que enfrentarse a insinuaciones sexuales u ofrecimiento de drogas por parte de quién entonces tenía 31 años. A este testimonio se suman otras tantas denuncias en las Islas Canarias. 

Todas ellas reconocen que sumaron el valor para hacer la denuncia pública, muchas con su nombre y apellido, gracias a la denuncia contra Vermut. Ravelo admite que, en aquella época, protagonizó situaciones tóxicas de las que tomó conciencia tiempo después y pidió disculpas por el “mucho daño” ocasionado “a muchas mujeres”. Estos casos se suman al del productor Javier Pérez Santana, detenido acusado de agresión sexual durante la fiesta de los premios Feroz del año pasado. Estos y muchos más casos, que seguramente no han sido desvelados, certifican que el acoso sexual puede estar presente en cualquier industria. 

La importancia de denunciar y establecer protocolos contra el acoso

La importancia de denunciar estos actos no puede ser subestimada. Cada testimonio sirve para validar las experiencias de otras víctimas, y también para recordar que el acoso sexual no tiene cabida en ninguna profesión, mucho menos en una que moldea la cultura y las percepciones sociales. Afortunadamente, la respuesta a estas denuncias ha llevado a la creación y fortalecimiento de protocolos de acoso específicos para la industria que establecen procedimientos para investigar y sancionar comportamientos inadecuados.

Algunas productoras y asociaciones del sector ya han empezado a implementar estos cambios, marcando un paso importante hacia la erradicación del acoso. A través de la educación y formación, las denuncias y los protocolos contra el acoso, la industria del cine español puede marcar un cambio significativo en la lucha por la igualdad.

 

Los protocolos contra el acoso sexual funcionan. Te lo mostramos.

 


Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad

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