A pesar de que es un tema que parece que las empresas tienen en cuenta cada vez más, lo cierto es que el 73% de los empleados/as en España considera que su entorno laboral dificulta ocasional o sistemáticamente el equilibrio entre el trabajo y la vida privada.
Según el informe del índice de responsabilidad familiar corporativa (Ifrei) realizado por Iese, un 70% de los entrevistados entienden que si dan el paso las consecuencias van a ser negativas. Mientras que un 48% de las mujeres y un 41% de los hombres estiman que sus empresas “esperan” que pasen más horas en sus puestos de trabajo que las formalmente establecidas.
Esto demuestra que realmente no hay muchos avances en este sentido, especialmente en las políticas empleadas y en los liderazgos para favorecer una conciliación que es necesaria para toda la sociedad.
De hecho, y según este informe, debemos pasar de las palabras a los hechos, pues es importante detectar a las empresas que contaminan “humanamente” y penalizarlas, al igual que se puede bonificar a las que facilitan la conciliación. Este informe compara los resultados obtenidos en España con los que el Ifrei tiene en el resto del mundo, con unos indicadores aquí peores que los de otros países.
Mejorar el clima laboral
Del estudio de Iese se desprende, además, que es necesario cambiar el clima laboral que fomenta el estrés para propiciar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en sus carreras profesionales. Además, explican que más allá de los currículums ciegos, que es una de las tendencias actuales, las empresas deben centrarse en los entornos laborales considerados contaminantes (un 28% de todos ellos), pues el 77% de las mujeres indica que no hay condiciones de igualdad para progresar en la carrera.
Además, todo este clima laboral, que nada favorable a la conciliación, repercute en “insatisfacción” en las relaciones familiares, entendiendo estas no sólo como la relación con la pareja y los hijos. Pues hay otros aspectos a tener en cuenta, como hacer ejercicio, dedicarse al voluntariado o simplemente tener ratos de ocio. La vida no es solo trabajar.
Así, en este contexto general de dificultad para avanzar, el estudio pone de manifiesto el papel que han de tener los supervisores y las supervisoras en las empresas para facilitar estas políticas de flexibilidad. Cuando el líder es hombre, hay un escaso apoyo para intentar conciliar, mientras que las mujeres sí, pero éstas siguen sin sentirse respaldadas.