«Tiempo y perdón», otra cara de la violencia machista

«Tiempo y perdón», otra cara de la violencia machista
14 noviembre 2024 Concilia2

Teresa Trasancos, directora del cortometraje ‘Tiempo y perdón’: “Todavía queda mucho camino por delante para conseguir un cambio real y verdadero en la violencia machista”

Entrevistamos a Teresa Trasancos, directora de ‘Tiempo y perdón’, un cortometraje que ha recibido el respaldo de numerosas entidades por la necedad de visibilizar la violencia de género desde el punto de vista del perdón. Según su directora ha querido centrarse en su protagonista, Carmen. “Este viaje forma parte de su terapia”, explica la directora, que pone el foco en la estigmatización de la víctima por la sociedad en una historia coral que muestra muchas caras de la violencia machista. El cortometraje de Trasancos, que empezó su trayectoria en el mundo audiovisual con 13 años, se presentará próximamente, continuando su camino por festivales internacionales y con la visualización de ‘Tiempo y perdón’ en diferentes puntos. Un proyecto cinematográfico que desde Concilia2 nos enorgullece haber apoyado ya que miradas como la suya se hacen completamente necesarias para seguir luchando, visibilizar y conseguir poner fin a la violencia contra las mujeres.

Rodaje "Tiempo y Perdón"

Foto: Dani Medina

Como directora de ‘Tiempo y perdón’, ¿cómo explicarías a alguien en qué consiste este cortometraje para animar a verlo?

Tiempo y Perdón trata sobre el perdón en las violencias machistas. Nuestra protagonista Carmen, viaja al origen de su trauma junto a su actual pareja, para conseguir desbloquear los recuerdos de lo que ocurrió años atrás y poder terminar de sanar. Este viaje forma parte de su terapia. Allí, se alojan en el hotel de sus tíos Rebeca y Antonio. Las dos mujeres se acompañan y se acuerpan, son fundamentales la una para la otra.

 

 Se trata de una pieza sobre la violencia machista. ¿Habías trabajado sobre este tema en el pasado? ¿Por qué te animas a hablar de ello en un corto?

Anteriormente a este corto, siempre he tratado temas sociales. Desde el bullying, la transfobia y el cambio que supone en la vida de una familia trabajadora el nacimiento de su hijo menor con parálisis cerebral. Son realidades muy diversas, que, por desgracia, todas sufren diferentes violencias. Pero esta vez es la primera ocasión en la que abordo la violencia machista. Y lo que me ha motivado a hacerlo es que, desgraciadamente, es un tema que está a la orden del día en nuestra sociedad. Todavía queda mucho camino por delante para conseguir un cambio real y verdadero.

 

¿Por qué se titula así?

Es una historia que se ha contado ya mil veces. Pero la perspectiva que le damos y la forma en la que nosotros abordamos todo esto, es muy diferente a lo que se ha visto hasta ahora. Desde la estructura hasta los puntos de vista de cada personaje, jamás he visto que lo hayan abordado así. El título tiene que ver con esto, cuando las personas lo vean, entenderán el título y a lo que yo me refiero.

Rodaje "Tiempo y Perdón"

Foto: Dani Medina

¿Qué influencias en el mundo del cine tienes que hablen de este tema?

Me gusta mucho el cine de Icíar Bollaín, ‘Te doy mis ojos’ es un muy buen ejemplo.

 

El cortometraje narra cómo la violencia de género tiene unas consecuencias que muchas veces van más allá de los protagonistas directos y de lo que podemos imaginar desde fuera (cuéntanos un poco el argumento y la historia)

Tiempo y Perdón, es una historia en la que dos mujeres se brindan su apoyo frente a un mismo maltratador común. Además, ellas cuentan con el apoyo de Carlos, la actual pareja de nuestra protagonista, quien las acompaña y apoya en todo. Es una historia que se aleja por completo del sensacionalismo y se centra en el viaje emocional que experimenta Carmen. Le damos mucha importancia a la terapia psicológica, a la comunicación entre las propias mujeres y también al lado más desagradable, como es la dependencia emocional, las cuidadoras a las que nadie cuida…

 

Se ve la violencia machista en varias formas: la dependencia de Rebeca y Antonio, la violencia sexual que detona todo, el silencio cómplice de quién sabe que hay maltrato, etc… Entiendo que era vuestro objetivo mostrar la violencia y todas sus caras, ¿es así?

Sí, exactamente. No queríamos una historia superficial que se basara en estereotipos o tópicos. Y para conseguir eso, requiere de mucha investigación y estudios previos.

 

También tratáis lo que ocurre después de la violencia, cómo alguien que ha pasado por una situación de violencia de género puede o no remontar su vida. ¿Por qué es importante incidir en esto?

Porque las violencias no solo tienen sus consecuencias en el momento que las sufres. Luego, el proceso continúa y arrastras ciertos traumas de por vida que son muy complicados de ‘dominar’. Una persona que ha sufrido algún tipo de maltrato, le marca para toda la vida. Nuestra historia se cuenta desde la esperanza de que salir de ahí es posible, por supuesto. Y esto también pienso que es importante de contar y de que se sepa.

 

Es muy interesante también la figura de Javi, el actual novio de Carmen. Refleja muy bien como cualquiera, dentro del grado de acercamiento que tengamos, podemos ayudar a superar y/o salir de la violencia machista. ¿Cómo se refleja?

Por supuesto que sí. Si alguien en nuestro entorno está sufriendo violencia, que nosotros le brindemos nuestro apoyo y acompañamiento, alejándonos de juzgar a la víctima por sus decisiones, es fundamental para que poco a poco esta persona vaya tomando consciencia de su situación. Que logremos que se sienta acuerpada y acompañada, le facilita un poco el camino para poder asumir su realidad y ser conocedora de que necesita ayuda. Nuestro papel ahí es fundamental, hacer sentir a la víctima que estamos ahí con y para ella. Que no está sola, ni su situación es una realidad individual y aislada.

 

Hablas de estigmatización y del tabú que persiguen a las víctimas, ¿cuál es el mensaje que se quiere transmitir en este cortometraje?

Pienso que para para continuar avanzando, siempre hay que dar visibilidad. El tabú debería ser para quien ejerce esta violencia, no para la víctima que las ha sufrido. Dar visibilidad es ponerlo sobre la mesa y conseguir que las personas sean conscientes de que hay más gente atravesando el mismo momento y de que los demás estamos ahí para ayudarlas.

 

En 20 minutos realmente se cuenta mucho, ¿cómo has abordado ese gran reto?

Realmente reescribiendo muchas veces el guion del corto. Ha tenido un desarrollo de tres años, que es lo que he tardado como productora en conseguir la financiación para llevarlo a cabo. Y ese mismo tiempo, lo he empleado para continuar investigando y formándome sobre todo este tema. Quería conseguir crear desde la ficción una historia que fuera lo más real posible.

 

No es tu primer cortometraje ni el primero por el que podrías recibir premios, ¿cómo resumirías tu carrera hasta llegar a ‘Tiempo y perdón’?

Yo comencé a hacer mis cortos cuando tenía 13 años y ahora tengo 25. Se podría decir que he crecido grabando y aprendiendo a hacer cine. De hecho, continúa con el mismo objetivo: aprender y aprender a hacer cada vez mejores historias. Así que pienso que un buen resumen para mi carrera sería que es como una montaña rusa: en la que me lo paso muy muy bien, disfruto mucho, pero eso no significa que tenga días mejores y días en los que me apetezca dejar todo y dedicarme a otra cosa. Aunque este pensamiento me desaparece enseguida en cuanto el descenso termina…

 

Pones en marcha tu propia productora, ‘Punto de partida’, ¿con qué intención?

Sin ninguna otra intención que la de poder formar parte de todos los procesos por los que debe pasar cada proyecto. Me encantaba la idea de poder estar ahí a pie del cañón desde que la idea surge hasta que la vemos sentados en nuestras butacas de la sala. Y con esto, además, he descubierto que me gusta mucho el lado más ‘empresarial’ de nuestra industria.

Rodaje "Tiempo y Perdón"

Foto: Dani Medina

¿Cómo es el mundo audiovisual en cuanto a igualdad? ¿Esto ha marcado o limitado tu carrera como cineasta?

Es cierto que todavía queda mucho camino por recorrer, pero poco a poco con las medidas que se están tomando y gracias también a las asociaciones de mujeres cineastas como CIMA a nivel estatal o AMMA a nivel autonómico (en Andalucía) estamos consiguiendo cada vez avanzar más y conseguir cambios verdaderos. A mí personalmente, considero que no ha marcado, limitado o condicionado mi carrera en absoluto. Todos los compañeros y compañeras que he tenido hasta ahora son muy respetuosos y me muestran su apoyo y ayuda verdaderamente.

 

Ser joven en un mundo masculinizado y en un puesto tan ejecutivo como el de directora, ¿te ha supuesto un reto añadido?

Sí ha sido así, yo no lo he sentido. Si que es cierto que hay ciertas personas que te miran con un ojo más crítico o que se toman la licencia de darte alguna charlita que no le has pedido. Pero todo esto me lo tomo desde la perspectiva de que lo hacen porque quieren ayudarte a aprender. Siempre hay que escuchar a todas las personas. Escuchando es como mejor se aprende a quién quieres ser o no ser.

 

¿Cuándo, dónde y cómo se podrá ver ‘Tiempo y perdón’? ¿Qué apoyos institucionales habéis tenido? ¿Tenéis pensado acudir a festivales?

Muy pronto presentaremos el corto en San Fernando (Cádiz) y después de esta presentación comenzaremos el recorrido del cortometraje por festivales a nivel internacional. A nivel institucional hemos contado con el apoyo de la Fundación Provincial de Cultura de la Diputación de Cádiz, Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz, Ayuntamiento de San Fernando y Ayuntamiento de Grazalema. Les estoy muy agradecida, han sido una pieza clave para conseguir llevar a cabo nuestro cortometraje.

 

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