Target Gender Equality, la iniciativa para romper el techo de cristal

Target Gender Equality, la iniciativa para romper el techo de cristal
15 junio 2020 Concilia2

170 entidades de todo el mundo se han unido al programa Target Gender Equality (TGE) promovido por el Pacto Mundial de Naciones Unidas. De entre todos los países destaca España con el mayor número de entidades adheridas. El objetivo del mismo es aumentar la presencia de mujeres en los puestos de alta dirección.

Todo apunta a que la crisis sanitaria-económica provocada por el coronavirus puede impactar negativamente en los avances en materia de igualdad de género. De hecho, son varios los factores que dejan patente estos retrocesos durante la pandemia, especialmente en el ámbito del empleo. Lo que significa que, ahora, más que nunca, las empresas necesitan reforzar su compromiso con la igualdad de género.

Conscientes de ello, el Pacto Mundial de Naciones Unidas, la mayor iniciativa de sostenibilidad del mundo, ha lanzado el programa Target Gender Equality (TGE). Lo ha llevado a cabo en diecinueve países de todo el mundo. El fin es aumentar la presencia de mujeres en los consejos de administración de las empresas y en los puestos de dirección ejecutiva. Por ello, hace un llamamiento a todas las organizaciones del Pacto Mundial para que apliquen medidas urgentes en pro de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres. De ese modo, las empresas que se incorporan al programa se comprometen a establecer y cumplir el objetivo 5 de la Agenda 2030. Y muy específicamente la meta 5.5 que exige la representación, participación y liderazgo equitativo de mujeres en los negocios a nivel mundial.

Target Gender Equality

El Objetivo 5 de la Agenda 2030

Agenda 2030Poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas no es solo un derecho humano básico, sino que, además, es crucial para el desarrollo sostenible. Está demostrado que empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial.

Por ello, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible impulsa el compromiso de la comunidad internacional para el logro de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres a través de un objetivo específico: el Objetivo 5, aunque también está integrado en el resto de Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Esta integración supone la incorporación de la perspectiva de género de modo transversal en el resto de Objetivos, conscientes de que no puede existir el desarrollo sostenible si no se afrontan los obstáculos tangibles e intangibles que impiden que más de la mitad de la población, las mujeres, progresen.

El Objetivo 5 se desarrolla a su vez en una serie de subgrupos

  • 1 poner fin a la discriminación contra las mujeres y niñas en todo el mundo
  • 2 Eliminar todas las formas de violencia a las mujeres y niñas en todos los ámbitos. Un hecho importante es que incluye la explotación sexual.
  • 3 Eliminar prácticas nocivas como el matrimonio forzado y la mutilación genital femenina
  • 4 Reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerado mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social. Asimismo, promueve la corresponsabilidad.
  • 5 Asegurar la plena participación de las mujeres en los puestos de decisión y promover la igualdad de oportunidades
  • 6 Garantizar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, así como a los derechos reproductivos
  • A Reforzar los derechos de las mujeres a los recursos económicos, así como al acceso a la propiedad y al control de la tierra y otros tipos de bienes
  • B Romper con la brecha digital de género para promover el empoderamiento de las mujeres
  • C Aprobar y fortalecer políticas y leyes para promover la igualdad de género y empoderamiento de mujeres y niñas en todos los niveles.

Para hablar del programa Target Gender Equality nos interesa especialmente la meta 5.5. Esta deja claro los obstáculos que las mujeres se encuentran en el mercado laboral y la necesidad de romper el techo de cristal. Las pruebas demuestran que garantizar el acceso igualitario de las mujeres a los puestos de responsabilidad trae grandes beneficios.  De hecho, si se incorporara completamente el talento femenino en las empresas, el Producto Interior Bruto de España podría crecer un 14%.

Cuando se abordan las desigualdades y se rediseñan las políticas, las mujeres y las niñas pueden convertirse en agentes del cambio y promover un crecimiento que sea inclusivo, justo, equitativo y sostenible.

El programa Target Gender Equality ayuda a acelerar los avances en materia de igualdad

Para alcanzar este objetivo, el Pacto Mundial ayudará a las entidades adheridas con un equipo de personas expertas de Naciones Unidas, compañías líderes y organismos locales. Por su parte, las empresas participantes se comprometen a evaluar su desempeño en materia de igualdad de género y establecer medidas para romper con la desigualdad en el ámbito empresarial. 

El programa, que tiene una duración aproximada de 12 meses, desde abril de 2020 hasta marzo de 2021, permitirá a las entidades:

  • Identificar las fortalezas y los ámbitos de mejora en términos de desempeño en materia de igualdad de género, a través de la Herramienta de Análisis de la Brecha de Género (WEP).
  • Participar en actividades de formación específicas para fortalecer la representación y el liderazgo de las mujeres en la organización
  • Establecer objetivos empresariales ambiciosos y realistas en términos de igualdad de género en la entidad y comunicar sus compromisos
  • Crear una red de personas expertas de las Naciones Unidas que apoyen la estrategia en igualdad.

 

TGE
España, país con mayor número de entidades adheridas

En el caso de España, 37 empresas se han sumado a la iniciativa, siendo nuestro país en el que más número de compañas se han adherido.

En España el programa es liderado por la Red Española del Pacto Mundial y cuenta con el apoyo del Instituto de la Mujer y la CEOE.

El 79% de las empresas españolas adheridas al Pacto Mundial indicaron el año pasado que la igualdad de género se aborda en sus políticas. Sin embargo, la brecha salarial sigue siendo un problema en muchas organizaciones. Tanto es así que solo el 43% de las empresas del IBEX35 han dado información relativa al ratio del salario base y de la remuneración entre mujeres y hombres.

A ello se suma que el techo de cristal sigue siendo un reto en la mayoría de las organizaciones. Los consejos directivos aún siguen teniendo mayor presencia masculina. Es el caso de la administración del IBEX35, donde solo el 24% son mujeres.

Otros datos también demuestran la falta de oportunidades que las mujeres tienen en el empleo. Así por ejemplo, en nuestro país, el 58% del paro registrado corresponde a las mujeres. También son ellas las que cuentan con más trabajos a tiempo parcial, que a su vez son los peor remunerados. Todo ello sin contar las dobles jornadas laborales y la falta de conciliación corresponsable.

Todos estos datos dejan patente, como lo señalan las conclusiones de la publicación “Comunicando el progreso 2019. La integración de los ODS y los Diez Principios”, que las empresas españolas deben continuar impulsando medidas y acciones concretas para mejorar en materia de igualdad de género.

La igualdad de género, un factor clave en la Responsabilidad Social Corporativa

Las estimaciones indican que, de seguir a este ritmo, se tardaran más de 250 años en lograr la igualdad de género. De ahí la necesidad de acelerar los avances en esta materia. Hacerlo es fundamental, no solo por una cuestión de justicia social. También porque supone un factor importante a la hora de valorar una empresa. Así lo demuestra un estudio elaborado por Reputation Institute (RI) que coloca la igualdad de género entre las diez macrotendencias que más afectan a la reputación de las compañías:  la desigualdad puede bajar la reputación de una empresa hasta en 15 puntos.

La igualdad es una pata fundamental de la Responsabilidad Social Corporativa. Para llevarla a cabo, implica incluir la gestión transversal de la perspectiva de género en la política de recursos humanos, en el diseño de las campañas dirigidas a la clientela y en las relaciones con quienes invierten.  Un hecho que además reporta grandes beneficios económicos. Asimismo, está demostrado que las organizaciones que no apuestan por la igualdad y basan sus decisiones en sesgos de género son menos productivas. Por ende, pierden dinero.


Jéssica Murillo, periodista experta en igualdad e intervención en violencia de género

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