Síndrome postvacacional ¿cuáles son las causas?

Síndrome postvacacional ¿cuáles son las causas?
3 septiembre 2015 Ana Olego

Posiblemente para muchos de nosotros el día 1 de septiembre ha sido el día del reencuentro con los compañeros y la rutina tras las vacaciones del verano. Cierto que los hay todavía ausentes —quizás en playas paradisiacas— y otros se encuentran en la siempre difícil tarea de cerrar las maletas para conducirlas hacia destinos desconocidos; pero para la mayoría el 1 de septiembre es el primer día de un nuevo año.

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Septiembre comparte con enero el regreso al lugar de lo cotidiano y la ilusión de lo que estar por llegar: encontrar un trabajo mejor, alcanzar el ascenso merecido, superar índices de facturación o iniciar una actividad empresarial. También es el mes de poner la voluntad al servicio de los nuevos propósitos: cuidar la salud, dedicar más tiempo a la familia, aprender inglés o dormir más horas. Con las huchas rotas y vacías es tiempo de cuestas arriba y de cálculos imposibles para alcanzar a todo y a tiempo.

Con este ánimo, sumergidos ya en las tareas otoñales, no dejamos de escuchar y leer los consejos que desde la radio, la televisión y la prensa nos facilitan para no caer en el famoso Síndrome Postvacacional.

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La información que nos facilitan parece correcta; no obstante, y si hacemos bien los cálculos, los resultados insinúan tozudamente que la gravedad de la tristeza es proporcional al malestar laboral previo a las vacaciones. De ello se deduce fácilmente que las causas pueden no ser las vacaciones sino el ambiente o las condiciones laborales. En éstas habría que incidir entonces, y no tanto en la modificación de los hábitos de las personas o la restricción del tiempo de descanso.

Las soluciones propuestas exigen cambios de comportamiento en el trabajador o la trabajadora: ser positivo/a, reincorporarse gradualmente a la rutina, adelantar el regreso, no descuidar las horas de sueño, iniciar la preparación de otros viajes, apuntarse a alguna actividad estimulante, etc. No existen sugerencias que procuren, no la adaptación del individuo, sino cambios en el ambiente laboral o en las condiciones de trabajo. Y ello, a pesar de que se reconoce que muchas depresiones postvacacionales tienen su origen en el Síndrome del Quemado que la persona padecía con anterioridad.

No siempre el Síndrome Postvacacional tiene causa en la nostalgia de las vacaciones y las dificultades de para adaptarse a la rutina, qué también. En muchos casos los estados de ánimo decaídos dependerán del estilo de liderazgo de mandos intermedios y superiores, de las condiciones ambientales (luz, temperatura, humedad), la carga de trabajo, las relaciones entre el personal, la disponibilidad de técnicas e instrumentos modernos y adecuados que permitan realizar las tareas con eficiencia y comodidad, los horarios y el tipo de jornada, etc.

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Complementando las señaladas en otros foros, desde aquí apostamos como soluciones para facilitar la vuelta al trabajo: la racionalización de los horarios de trabajo; facilitar la conciliación de la vida laboral, personal y familiar; instaurar la corresponsabilidad en el hogar y plantearse la contratación del personal doméstico no como un gasto, sino como una inversión para que las mujeres no tengan que abandonar el puesto de trabajo o tengan igualdad de opciones en la promoción profesional. No se trata tanto de tratar el síndrome, sino de evitar que aparezca.

Septiembre. Noveno mes del año. Tiene 30 días. Pues queda inaugurado.

 

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