Se cumplen 25 años de la IV Conferencia sobre la Mujer (Beijing, 1995) y de la aprobación de la Plataforma de Acción de Beijing. El objetivo era establecer el modo de eliminar la desigualdad de género en todo el mundo y lograr un cambio transversal a favor de los derechos de las mujeres y las niñas. Más de 189 países se comprometieron a ello. Sin embargo, aunque 25 años después se han afianzado algunos progresos, ningún país ha logrado la plena igualdad.
A principios de septiembre se cumplió el 25 aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing (China) en 1995. Asimismo, este año también se conmemora el 20 aniversario de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad sobre las Mujeres, la Paz y la Seguridad; el 10 aniversario de la creación de ONU Mujeres y el 5 aniversario de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Pese a este contexto, aún queda mucho por conseguir en materia de igualdad. Por ello, es importante plantearse qué ha supuesto la Conferencia de Beijing y qué retos quedan pendientes.
IV Conferencia de Mujeres de Beijing
Hace 25 años, se celebró en Beijing la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer. Se trató de una reunión de Naciones Unidas para avanzar en el reconocimiento de los derechos de las mujeres.
Al igual que las tres anteriores, el fin era avanzar en los derechos de las mujeres, estableciendo una serie de objetivos comunes entre los países participantes. Sin embargo, a diferencia de las anteriores, se introdujo por primera vez la perspectiva de género de modo transversal, en todas las áreas. Además, reconoció los derechos de las mujeres como derechos fundamentales y se introdujeron, por primera vez, los derechos sexuales y reproductivos.
Todo ello supuso un cambio fundamental, siendo un momento único en la historia, ya que constituyó uno de los programas globales más importantes en cuanto a la igualdad y la capacitación de las mujeres. Se convirtió en la base de muchas leyes y políticas públicas con enfoque de género.
La Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing
Las 185 delegaciones gubernamentales participantes en la Conferencia adoptaron por consenso la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing de 1995 con los compromisos asumidos. Así se plantearon el objetivo común de trabajar por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. La idea era que no solo colaborasen, sino que también desempeñaran un papel dinamizador de las acciones que permitieran alcanzar tales objetivos. Fue así como se comprometieron a tomar estrategias en 12 esferas prioritarias de acción:
1. El poder y la toma de decisiones
El objetivo para esta estrategia fue adoptar medidas para garantizar que las mujeres tengan igualdad de oportunidades en el acceso y plena participación en las estructuras de poder. Así se establecieron medidas como fomentar el empoderamiento de las mujeres, proporcionar información y formación para ocupar puestos directivos y adoptar medidas de acción positiva.
2. La economía
Los problemas económicos fue uno de los puntos clave a eliminar. De esa manera, se promovió la independencia y los derechos económicos de las mujeres.
3. La pobreza
Muy relacionada con la estrategia anterior, la feminización de la pobreza fue otra barrera a erradicar. Se propuso revisar las leyes y prácticas administrativas que limitan el acceso de las mujeres a los recursos económicos. Así como evitar la progresiva feminización de la pobreza.
4. Los Derechos Humanos
Como no podría ser de otro modo, se concibieron los derechos humanos de las mujeres y las niñas como una parte inalienable de los derechos humanos universales. De ese modo, se garantizó la igualdad y no discriminación ante la ley y en la práctica.
5. La educación y la capacitación
En este sentido, se propuso asegurar para las mujeres la igualdad de acceso a todos los niveles educativos. De esa forma, se quiso eliminar el analfabetismo de las mujeres en todo el mundo. En especial de las mujeres rurales, migrantes, refugiadas y con dificultades espaciales.
También se apostaba por formar a las mujeres para mejorar sus oportunidades de empleo y promover las enseñanzas científicas.
6. Los medios de comunicación
Al incorporarse la perspectiva de género de modo transversal, los medios de comunicación no fueron olvidados a la hora de incorporar la igualdad. De ese modo, se centraron en aumentar el acceso de las mujeres a la expresión de sus ideas y a la adopción de decisiones en los medios de comunicación. Asimismo, se propuso fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada de las mujeres en los mismos.
7. Las políticas públicas
Entre los objetivos a trabajar, destacó la incorporación de la perspectiva de género en las legislaciones, políticas, programas y proyectos estatales.
8. La salud
También se reconoció a las mujeres el derecho al control de su sexualidad, incluida la salud sexual y reproductiva. Esto supuso fomentar el acceso a la información, formación y acceso a los recursos de atención.
9. La violencia
Las violencias contra las mujeres tampoco se quedaron al margen. Entre los objetivos propuestos, se destacó la importancia de adoptar medidas integrales para prevenir y erradicar las violencias machistas.
10. Los derechos de las niñas
Muy relacionado con la salud, la educación y la violencia, se estableció la firme convicción de la eliminación de todas las formas de discriminación contra las niñas en la educación y la salud. También se opuso al trabajo infantil y a la violencia contra las menores, estableciendo diversas medidas para conseguirlo.
11. Los recursos naturales y el medio ambiente
Beijing también fue consciente de que todos los efectos negativos para el medio ambiente no son neutrales al género. Por ello, destacó la importancia de lograr la participación activa de las mujeres en la adopción de decisiones relativas al medio ambiente. Así como integrar la perspectiva de género en las políticas y programas del desarrollo sostenible.
12. Los conflictos armados
Por último, se destacó el importante papel de las mujeres en la resolución de los conflictos y la adopción de las decisiones. Así se quiso implementar medidas para promover la contribución de las mujeres al logro de una cultura de paz.
Supuso un avance para la igualdad, el desarrollo y la paz
La igualdad entre mujeres y hombres se convirtió, con todas estas estrategias, en una cuestión de Derechos Humanos. Además de un requisito necesario y fundamental para la igualdad, el desarrollo y la paz. Todo ello supuso un avance para los derechos de las mujeres de todo el mundo.
Apela a la voluntariedad
Sin embargo, en ningún momento fue jurídicamente vinculante, sino que quedaron como un conjunto de recomendaciones al abrigo de la voluntad política. Dicho de otro modo, son los países quienes debían de decidir si traducir la declaración de intenciones en medidas concretas.
No obstante, aunque la responsabilidad principal recaía en los gobiernos, es necesario movilizar recursos suficientes para poner en práctica todas las estrategias. Quizá por ello, por no ser de obligado cumplimiento y no asignar recursos, ningún país ha cumplido todos objetivos ni ha logrado la plena igualdad de género.
El seguimiento de los objetivos de la Conferencia
Precisamente, para comprobar el cumplimiento de los compromisos adquiridos en Beijing, cada cinco años se lleva a cabo una revisión en una reunión en la Asamblea General de la ONU. En ella, cada país presenta un informe nacional que refleja sus logros en relación a la declaración y la Plataforma de Acción de Beijing. Con esos informes, ONU Mujeres elabora un informe global.
Los avances son lentos
Las revisiones de Beijing+5 en junio de 2000, Beijing+10 en febrero de 2005, Beijing+15 en marzo de 2010, Beijing+20 en marzo de 2015 y Beijing+25 en la actualidad, afirman que los avances son demasiado lentos. Pero no solo eso, alertan de que incluso hay países que no han mejorado desde 1995 y otros que incluso han empeorado. Mismo hecho que apunta el Informe de ONU Mujeres “Revisión de los derechos de las mujeres 25 años después de Beijing” de septiembre de 2020. A nivel europeo, el “Informe regional de revisión” de octubre de 2019, destaca igualmente que los logros, aunque muchos, no son suficientes.
¿Cuáles son los retos pendientes?
Las conclusiones apuntan que el cambio ha sido muy lento desde Beijing y, aún, ningún país ha conseguido la igualdad en su totalidad. Entre los avances a reforzar destacan la ruptura del techo de cristal, la eliminación de la brecha salarial, la erradicación de las violencias contra las mujeres y la equiparación de las tareas del cuidado, entre otras muchas cuestiones. Hechos que se han visto agravados con la crisis del coronavirus.
Propuestas en el 25 aniversario
En el marco de este 25 aniversario, se ha lanzado el Foro Generación Igualdad. Se trata de una reunión global para la igualdad de género centrada en la sociedad civil y convocada por ONU Mujeres. El Foro lanzará un conjunto de acciones concretas para acelerar la igualdad de género que aún no se ha conseguido.
También se realizará una sesión especial prevista para el 1 de octubre con el tema general de “Acelerar la realización de la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas”.
Aunque todavía quedan retos por delante, el 25 aniversario de Beijing ofrece nuevas oportunidades para revisar los compromisos y reforzar los vínculos entre países en torno a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. No en vano, la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing ha inspirado a Gobiernos de todo el mundo en materia de igualdad y ha visibilizado la necesidad de incluir la perspectiva de género en las políticas públicas.
Jéssica Murillo, periodista experta en igualdad