De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) «la lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables» y recomienda la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de vida del recién nacido.
El Estatuto de los Trabajadores (art. 37.4) afirma que «para la lactancia del menor hasta que este cumpla 9 meses, los trabajadores tendrán derecho a una hora de ausencia del trabajo (…)» y la Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público (art.48) contempla que por «lactancia de un hijo menor de 12 meses tendrá derecho a una hora de ausencia del trabajo que podrá dividir en dos fracciones (…).
Además hay asociaciones de madres lactantes y asociaciones médicas, distribuidas por todo el territorio español, que defienden y promueven la lactancia natural: Comité de Lactancia Materna de la Asociación Médica de Pediatría, Abam en Palma de Mallorca, Acoronar en Terrasa, Achuchar en Ribeira, Ai Mare¡ en Vilanova, Al Halda en Calahorra, Alleta en Lleida, Apego Lácteo en Zamora, Mamantial en Alicante, Mammalia en Valencia, etc.
Pero a pesar del reconocimiento de las bondades de la lactancia materna y del derecho de las madres trabajadoras a amamantar a sus bebés son muy pocos las empresas, entidades y centros de trabajo que cuentan con salas de lactancia. Hay algunas —Museo Thyssen-Bornemisza, Parque de Atracciones de Madrid, Centro Comercial Madrid Xanadú, FNAC en Callao (Madrid), El Corte Inglés, IKEA, ParqueSur, Río Shopping, La Isla Azul, etc.—, pero no son una mayoría.
Cualquier mujer que haya sido madre —más de 400.000 mujeres lo fueron en el 2014— y no renuncie al derecho de amamantar a su bebé tendrá dos posibilidades no excluyentes: dar el pecho al bebé y/o extraer la leche con un «sacaleches» para que ella misma u otra persona alimente al bebe.
Estas madres, además de amamantar, continúan con una vida normalizada; es decir, van al gimnasio, al cine, a los centros comerciales, al ayuntamiento, al banco, a trabajar, etc. Parece obvio que estas actividades deben de compatibilizarse con la extracción de la leche. Entonces, ¿por qué existen tan pocas salas de lactancia?¿por qué tienen que recurrir muchas veces las madres a los baños públicos?. Tampoco se trata de que las madres se tengan que esconder con sus bebés para darles el pecho; las salas de lactancia deben de ser una opción, no una obligación.
Una sala de lactancia no es más que un espacio adecuado a este fin: amamantar o extraer la leche materna. No tiene porque ser un espacio excesivamente amplio, sino lo suficientemente tranquilo y agradable para facilitar a la madre y a su bebé la intimidad necesaria para compartir emociones y dar y recibir alimento.
¿Dónde colocarías este logo? Descárgalo y busca un lugar para colocarlo en tu centro de trabajo.
Son ya muchos los centros comerciales y empresas que cuentan con ludotecas o espacios de juego dónde los niños y las niñas puedan disfrutar de un espacio de juego mientras sus mamás y papás realizan las compras. Entonces, ¿porqué no dar un paso más en la protección de la infancia y la maternidad?¿por qué no extender esta práctica a otros lugares?
¿Conoces alguna empresa con sala de lactancia?¿Las has utilizado? ¡Cuéntanos qué opinas!