Tendencias demográficas
Según datos del INE, «Proyección de la Población de España 2014–2064«, el porcentaje de población de 65 años y más, que actualmente se sitúa en el 18,2% de la población, pasaría a ser del 24,9% en quince años y del 38,7% dentro de cincuenta años. De mantenerse las tendencias demográficas actuales, la tasa de dependencia se elevaría más de siete puntos, desde el 52,1% actual hasta el 59,2% en 2029. Y en 2064 alcanzaría el 95,6%.
En concreto, dentro de 15 años en España residirían 11,3 millones de personas mayores de 64 años, 2,9 millones más que en la actualidad. Esta cifra se incrementaría hasta 15,8 millones de personas en 50 años.
Estos datos indican que inevitablemente los recursos de atención a personas mayores serán una preocupación de las instituciones públicas, que habrán de prestar atención a esos 11 millones de personas mayores, y una fuente de trabajo importante: centros de día, residencias para mayores, ayuda a domicilio, etc.
Proyecto «en Mi casa»
En la situación anteriormente descrita, modelos de calidad en la atención y cuidado de personas mayores será bienvenido y casi, imprescindible. Por eso en Castilla y León se ha puesto en marcha el proyecto «en Mi casa». La base de este modelo son las “unidades de convivencia”, espacios con el aspecto y la dimensión de un “hogar” en la que convive un número reducido de personas.
Cada persona, un mundo
El Proyecto tiene como valor principal el respeto por la identidad de la persona. Cada persona tiene un pasado, una familia, unos hábitos, unos gustos y un futuro en el que tenemos derecho a seguir viviendo conforme a nuestro modo de vida.
El proyecto «en Mi casa» se basa en:
- El respeto por sus decisiones, gustos y preferencias. Que sea la persona la que siga llevando el control de su propia vida. Es la persona la que decide cómo quiere que sea su rutina, sus horarios, sus comidas, su aspecto físico, cómo quiere vestirse y peinarse, qué quiere tener en su habitación, qué quiere hacer cada semana, cada mes, o una vez al año.
- El centro tiene las comodidades de un hogar. No es un hospital, ni un hotel, no es un “lugar de paso”. Por ello, la decoración y el grado de confort tienen que ser como los de casa.
- La vida «en Mi casa» es como la vida cotidiana en el propio hogar. Las actividades deben formar parte del quehacer diario. Las actividades enmarcadas en el contexto de la terapia ocupacional deben formar parte de esta actividad normal y ser significativas para cada persona.
- La atención se plantea desde el conocimiento de la persona, de manera integral y centrada en ella. Se buscan e identifican los apoyos que precisa para desarrollar la vida conforme a su identidad y proyecto de vida.
- La familia es una pieza clave. Juega el mismo papel que en una casa, acompaña, ayuda, visita sin horarios establecidos, ayuda en las actividades, mantiene la relación que deciden, como en una casa.
Los resultados del Proyecto «en Mi casa»
Los resultados son positivos para las personas mayores, para la familia, para los profesionales que los atienden y para las instituciones responsables de su asistencia y cuidado. María, de 80 años, y su esposo Juan, de 85 años, viven desde hace dos meses «en mi casa». ¿Quieres saber cómo ha sido su experiencia? Te lo contamos ¡sigue leyendo! 😉
JUAN …
Como resultado de la experiencia, Juan ha adquirido mayor independencia —sobre todo respecto a María— y no necesita asistencia continuada para alimentarse; disfruta más de la comida, duerme mejor y realiza más deporte que antes. Además, ha conseguido moderar sus enfados con respecto a María, a la que siempre estaba dando órdenes. Ahora se muestra menos exigente y más participativo.
MARÍA …
María muestra interés por muchas de las actividades que se organizan y participa en las que más le interesan. Han hecho un par de amigas, con lo cual se siente más acompañada —Juan no siempre estaba dispuesto a acompañarla a pasear, a jugar a las cartas o al teatro; prefería quedarse en casa viendo la tele—. María está contenta con el servicio médico que les atiende, especialmente con una enfermera que se llama Soledad. En general, ahora María se siente «más importante» y que sus opiniones son respetadas y se tienen en cuenta.
SUS HIJOS …
Los hijos de María y Juan, están satisfechos con el cambio. Saben que su madre y su padre están bien cuidados por profesionales cualificados y a ellos se «les nota tranquilos, los ven mejor». Pueden como lo hacían antes cuando vivían en su casa y ahora ya no tienen esa sensación de preocupación constante cuando se encontraban solos o la sensación de «abandono». Además, como hay tareas de cuidado que ya no tienen que realizar, pueden dedicar ese tiempo a compartir otras actividades de ocio que provocan otro tipo de conversaciones menos conflictivas. No se trata de hablar solo de medicamentos, sino de comentar el último trabajo de manualidades que han hecho para sus nietos. Valoran especialmente la información constante que les proporciona el centro sobre la salud y el estado general de su madre y de su padre.
Parece una buena alternativa como única solución o como servicio complementario al Empleado/a de Hogar, ¿no te parece? ¿Se te ocurre otro modelo de cuidado de más calidad?
Y a ti ¿cómo te gustaría cuidar a tus padres?, ¿cómo te gustaría ser cuidado/a? 💡