Mujeres deportistas: los estereotipos que las limitan

Mujeres deportistas: los estereotipos que las limitan
15 julio 2019 Concilia2

Selección española de baloncesto

Selección española de baloncesto. Fuente: El País

El deporte femenino está lleno de grandes resultados. El último ha sido la brillante victoria de la selección nacional femenina de baloncesto, proclamada hace pocos días como campeona de Europa. La selección suma así su cuarto Eurobasket en toda su historia, la séptima medalla consecutiva en competición internacional, y se convierte en el primer equipo que retiene título desde que lo hiciera la URSS en 1991.

Sin embargo, ese éxito, como tantos otros de las mujeres deportistas, tiene sus sombras: la falta de visibilidad en igualdad de condiciones con el deporte masculino y las continuas barreras a las que se enfrentan las mujeres en el deporte.

Historia de las mujeres deportistas

A lo largo de la historia, las mujeres no han participado en el deporte, tanto en competición como en la práctica cotidiana, en la misma medida y en la misma forma que los hombres. Han sido excluidas deliberadamente fruto de los roles y estereotipos imperantes en la sociedad que estipulaba que las mujeres estaban “hechas para procrear” y no para el deporte. De hecho, en los Primeros Juegos Olímpicos no se admitieron mujeres, ni como deportistas ni prácticamente como espectadoras. Solo las mujeres solteras podían asistir a los juegos, el resto de mujeres lo tenían prohibido con pena de muerte. No fue hasta 1900 cuando la participación femenina fue admitida, pero solo se limitó al golf y al tenis en París.

Principales estereotipos sobre el deporte y las mujeres

El ideal masculino: fuerza, velocidad, potencia, resistencia, agresividad… era el canon del deportista, mientras que a las mujeres se las asociaba con lo delicado, frágil, dependiente…siendo el deporte visto como algo peligroso para ellas. Así empezaron a correr mitos para excluir a las mujeres del mundo deportivo.»El deporte masculiniza a las mujeres”, “perjudica su salud”, “son inferiores a los hombres en las actividades deportivas”, “sudar las hace menos femeninas” o simplemente hicieron creer que el deporte no es algo que interese a las mujeres. De ese modo, a través del proceso de socialización, a las mujeres se las fue alejando de este ámbito.

deporte femenino

La socialización diferenciada en el deporte

El acceso de las mujeres al ámbito deportivo ha sido lento y tardío: a lo largo del siglo XX, paralelo a las conquistas de las mujeres en las diferentes esferas de la vida. No obstante, a pesar de los avances y los cambios producidos en los últimos años, el análisis de la realidad deportiva muestra que aún la participación de niñas y mujeres es menor.

Los datos son contundentes: solo el 54% de las mujeres realiza alguna actividad deportiva, porcentaje que asciende al 70% en el caso de los hombres. Este hecho no está relacionado con una razón biológica, sino educacional. Eso ha hecho que el marcado carácter sexista siga presente en el quehacer deportivo, situando a las mujeres en un plano desigual.

Barreras para la mujer en el deporte

Aún, desde la familia, la escuela y los medios se sigue considerando que existen deportes para chicos y para chicas. A ello hay que añadir la falta de tiempo por la ausencia de corresponsabilidad en el hogar y en las tareas del cuidado, que conlleva a que sean las mujeres quienes realizan dobles jornadas laborales, con escasos espacios libres que dedicar al deporte.

Asimismo, hay que sumar una serie de barreras que dificultan, aún más si cabe, una participación físico-deportiva en la misma proporción entre niñas y niños, mujeres y hombres: Precariedad laboral, escasa cobertura en los medios de comunicación, existencia de cláusulas antiembarazo, desigualdad en las ayudas recibidas, techo de cristal, brecha salarial, falta de conciliación, diferencia en los premios

Igualmente, las cifras apuntan a que en España, según los datos facilitados por el Consejo Superior de Deportes en 2017, tan solo el 21,5 % de las licencias federativas son de las mujeres, suponiendo estas un 35,4 % del total de deportistas de alto nivel. Además, apenas el 1% de los patrocinios comerciales se destina al deporte femenino.

El importante papel de los medios de comunicación para el deporte femenino

comunicación y deporte femeninoLos medios de comunicación, como transmisores de modelos y valores y con una gran influencia a la hora de visibilizar el deporte femenino, no están contribuyendo a eliminar todos estos estereotipos sexistas que persisten en el mundo deportivo. De hecho, los estudios reflejan que las deportistas solo obtienen el 5% de cobertura mediática.

Además de ser un porcentaje mínimo, también hay que señalar que lo que se visibilizan no son tanto sus logros, sino su aspecto o relaciones. Titulares como: “los mejores culos del atletismo” o “¡Y hasta se ha echado novio”! corroboran esta afirmación. Ello no solo contribuye a reforzar el sexismo, sino que, como afirma otro estudio, conlleva a que el 43% de las adolescentes considere que no tienen suficientes modelos femeninos de conducta. Esto hace que muchas chicas tengan como referencia a un hombre deportista.

A ello tenemos que sumar el lenguaje utilizado: ¿Por qué cuando se habla de “deporte” se refiere al deporte masculino, y para nombrar al deporte que hacen las mujeres se le pone la etiqueta de “femenino”?  Se está aplicando una óptica androcéntrica que refuerza la creencia de que el deporte es algo propio de hombres porque toma como norma el deporte practicado por hombres y convierte en una excepción a las mujeres deportistas.

Algo parecido pasa en expresiones como “nuestras chicas de la selección”, que infravalora a las mujeres mediante el paternalismo. O en la negativa a feminizar profesiones como árbitra, capitana…. Que son correctas desde el punto de vista gramatical (morfológico). Sobre todo ello, el Plan Integral para la Actividad Física y el Deporte: Igualdad efectiva entre mujeres y hombres (2009) del Consejo Superior de Deportes, aboga por evitar el uso del masculino genérico, imágenes y palabras que no reflejen la pluralidad del ámbito deportivo, así como visibilizar a las mujeres mostrando una imagen adecuada, evitando roles y estereotipos, y no mostrando a las mujeres como objeto sexual.

Se debe, por lo tanto, cuidar el lenguaje iconográfico, escrito y oral; evitando este uso sexista del lenguaje en la cobertura del deporte en los medios de comunicación, en los documentos relacionados con el deporte que salgan de las Administraciones, en la educación, en los reglamentos…

¿Y qué dice la Ley sobre la desigualdad de género en el deporte?

Tanto el Parlamento Europeo, como la Ley 3/2007 para la Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres, tienen entre sus objetivos implementar el principio de igualdad y erradicar los estereotipos sexistas en el deporte. Por su parte, bajo el lema anotar puntos para la igualdad de género a través del deporte, ONU Mujeres ha establecido la hoja de ruta para alcanzar la igualdad de género para 2030, reconociendo explícitamente que el deporte es un facilitador importante para el desarrollo y el empoderamiento de las mujeres.

mujeres deportistas

Otras asignaturas pendientes son la igualdad en los premios, en las condiciones laborales de las deportistas y la presencia de las mujeres en los órganos directivos, técnicos y de arbitraje. Esto requiere también promover su participación en los espacios de dirección, gestión, entrenamiento, docencia y comunicación.

Precisamente, la Ley para la Igualdad, de 22 de marzo de 2007, en su artículo 29, hace referencia a que todos los programas públicos de desarrollo del deporte deberán incorporar el principio de igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres en su diseño y ejecución y que el Gobierno promoverá el deporte femenino y favorecerá la efectiva apertura de las disciplinas deportivas a las mujeres, mediante el desarrollo de programas específicos en todas las etapas de la vida y en todos los niveles.

Se trata, por tanto, de que las instituciones deportivas cumplan las leyes de igualdad. Pero hay más trabajo: ayudas directas a federaciones y a las deportistas; aumentar la visibilidad del deporte femenino para recuperar el lugar que se merecen y crear referentes; romper con los estereotipos de género asociados al deporte y a las mujeres; establecer políticas sociales y deportivas que eliminen las barreras que todavía tienen las mujeres en su relación con el deporte… son algunas de las pautas que pueden ayudar a cambiar la situación y reconocer el éxito de las mujeres en el deporte.

¿Qué pueden hacer las empresas por el deporte femenino?

No obstante, al margen de las ayudas institucionales y la cobertura de los medios de comunicación, las empresas privadas también pueden hacer mucho por el deporte protagonizado por mujeres, bien a través de diferentes convenios o por acuerdos de patrocinios. Las marcas que patrocinan un equipo o a una deportista cuentan con una serie de beneficios e incentivos fiscales que desde el estado español se ofrecen para continuar con el desarrollo del deporte femenino.

Además, las empresas que lo llevan a cabo ejercen un ‘efecto llamada’. Muchas empresas se animan a invertir cuando ven que otras compañías fuertes lo hacen. Por lo tanto, ya no solo se trata de la Responsabilidad Social Corporativa, también es un modo de contribuir a mejoras sociales en pro de la igualdad, en este caso a través del deporte.


Jéssica Murillo, periodista experta en igualdad e intervención en violencia de género.

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