Las altas temperaturas tan deseadas durante los fríos meses de invierno ya han llegado, lo que no se podía pronosticar es que alcanzaran cotas tan elevadas. La ola de calor que parecía que iba a ser cosa de un par de días se están alargando ya durante varias semanas, tiempo suficiente para que hayan desaparecido casi todos los ventiladores de casi todos los establecimientos. Parece ser que a esta intensidad en el termómetro nos tendremos que acostumbrar pues es la consecuencia del cambio climático; quienes tienen competencia y conocimiento en estas lides aseguran que de aquí en adelante, pues, es lo que nos queda.
El calor excesivo es molesto para todas las personas y peligroso para algunos grupos especialmente vulnerables; por ejemplo: las personas mayores. Éstas y quienes se encargan de su cuidado deberán poner especial atención en prevenir y frenar los efectos dañinos de Don Lorenzo.
Consecuencias de las altas temperaturas
- Alteración de las funciones vitales.
- Quemaduras.
- Calambres musculares y dolores en las piernas o en el abdomen.
- Sudoración y deshidratación.
- Fatiga.
- Insolación.
- Dolores de cabeza, desmayos y mareos.
- Náuseas y vómitos.
- Pérdida del conocimiento, confusión o comportamiento irracional.
- Convulsiones, etc.
Qué hacer en general para cuidarnos
- Permanecer a la sombra y evitar el exterior durante las horas más calurosas.
- Tomar una ducha, un baño fresco o refrescar la cara y partes de cuerpo con agua fría o templada.
- Utilizar sombreros, gafas de sol y ropa fresca.
- Usar crema solar con un alto índice de protección.
- Beba mucha agua y líquidos evitando las bebidas alcohólicas, café, té o las muy azucaradas.
- Abrir las ventanas durante la noche para refrescar las habitaciones y cerrarlas antes de que comience a calentar el sol.
- Limitar el uso de los aparatos eléctricos —lavadora, lavavajillas, plancha, etc.— que desprenden calor durante su funcionamiento.
- Comer ligero incluyendo en la dieta alimentos con alto contenido en agua que hidraten y ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos).
- Evitar las actividades intensas en las horas más calurosas.
- Descartar subirse a un coche que ha estado expuesto al sol.
Qué hacer si nos encontramos mal
Algunos síntomas como la fatiga o el cansancio leve pueden ser naturales. Si los síntomas son más graves hay que tumbarse en un lugar fresco; beber agua fría en pequeños sorbos; aplicar paños frescos o mojar la piel, en especial, la cabeza, las ingles y las axilas; colocar cerca un ventilador eléctrico o proporcionar ventilación manual y elevar los pies. Llamar a los servicios de emergencias y no automedicarse.