Lucía Sánchez Saornil, pionera de la revolución feminista 

Lucía Sánchez Saornil, pionera de la revolución feminista 
20 septiembre 2021 Laura L. Ruiz

Poeta, periodista, escritora, sindicalista, telefonista, anarquista, activista LGTB y, sobre todo, mujer feminista. Son muchas las etiquetas que la, entre otras cosas, fundadora de la organización Mujeres Libres puede tener. Sánchez Saornil defendió siempre que la emancipación de la mujer no podía ser secundaria a la lucha de clases y que la liberación de las mujeres debía empezar en su propia casa

La cultura, el inicio de todo

Lucía Sánchez Saornil (Madrid, 1895 – Valencia, 1970) provenía de una familia humilde y la desgracia se cebó con ella. Perdió muy joven a su madre, Gabriela Saornil, y a un hermano, lo que hizo que estudiara en un colegio para huérfanos. Pero pese a los pocos recursos de su familia, su padre, Eugenio Sánchez, cuidaba una pequeña biblioteca y un archivo de pasquines que había heredado de una tía suya. Como el tesoro que era, Eugenio, Lucía y su hermana pequeña bebieron de esa colección la cultura que marcaría su vida. 

Primero fue la poesía. Con 18 años publica su primer poema y dos años más tarde, su producción regular. Trabajaba paralelamente de telefonista en la entonces compañía estatal de telecomunicaciones, Telefónica. También prosiguió sus estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, dónde comienza a seguir los movimientos vanguardistas, en particular al ultraísmo

Militancia política y visión de género

Lucía Sánchez Saornil, fundadora de Mujeres LibresDespués de trabajar 15 años en la compañía, fue despedida al secundar la huelga de 1931. Esto no fue el inicio de su militancia política y sindicalista ya que desde la década de los años 20 formaba parte del movimiento anarcosindicalista. Una lucha por los derechos laborales de los trabajadores que antes del despido, le acarreó un traslado a Valencia. Una evolución que culminó con su afiliación en la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y pasó a hacerse cargo del periódico del sindicato

En sus escritos tanto en el periódico de la CNT, como en otros como Tierra y Libertad o Solidaridad Obrera, se desprende una preocupación por las condiciones de vida de las mujeres. Apuntó y reivindicó la necesidad de la emancipación de estas y que su lucha no podía ser secundaria a la de la lucha obrera. Esta postura, chocó con muchos de sus compañeros de sindicato, lo que le hizo ver que en ese momento las mujeres necesitaban un espacio propio

Mujeres Libres, es espacio necesario

Ese espacio propio sería una organización con los mismos valores anarquistas pero formada solo por mujeres. Que pudieran sentirse seguras y escuchadas, emancipadas partiendo del sindicato y de sus propios hogares. Así que, en abril de 1936, creó junto con Mercedes Comaposada y Amparo Poch Gascón la organización Mujeres Libres. Más de 20.000 mujeres se unieron, incluso después de que el Golpe de Estado iniciara la Guerra Civil.

Talleres, charlas y apoyo mutuo fueron algunas de las actividades que realizaron. Poniendo en cuestión las mismas raíces del patriarcado: desde la figura del matrimonio, la maternidad obligatoria, el género, los derechos reproductivos, la prostitución, las profesiones masculinizadas, etc. Sánchez Saornil ideó, a su vez, las llamadas brigadas femeninas de trabajo, que eran mujeres que sustituían la mano de obra masculina imprescindible para el funcionamiento de la ciudad mientras se llevaban a cabo las batallas en el frente. 

La guerra, el exilio y el anonimato

Lucía Sánchez Saornil durante la visita de Emma Goldman a España

Lucía Sánchez Saornil durante la visita de Emma Goldman a España

Con los golpistas atacando, Lucía Sánchez Saornil se unió a la lucha antifascista. No solo participó en el Asalto al Cuartel de la Montaña en Madrid, si no que también cubrió el frente de Guadalajara durante la contienda y viajó a Valencia con el bando republicano. Allí fue nombrada secretaria nacional de todas las agrupaciones de Mujeres Libres y redactora jefa del periódico Umbral. También se hizo cargo de la secretaría general de la sección española de Solidaridad Internacional Antifascista, meses antes de acabar la guerra. 

En Valencia también conoció a América Barroso, quien sería su compañera sentimental hasta su fallecimiento. Con ella huyó a Francia y vivieron juntas en París hasta que la invasión nazi les hizo temer por su vida. Ante la posibilidad de ser recluidas en un campo de concentración, volvieron de manera clandestina a España. Algo que la condenaba a vivir en el anonimato mientras Franco gobernase. 

Mujer antes que madre, amor libre 

Al ser una persona reconocida en Madrid, decidieron marcharse a Valencia. Aunque intentaron restablecer de manera clandestina Mujeres Libres no se logró. La pintura y la poesía volvieron a ser una salvación para Lucía Sánchez Saornil, que murió a los 74 años de cáncer. Poco después de su muerte, con la Democracia, Mujeres Libres volvió a existir y se hace un trabajo de reconocimiento ante la figura de las fundadoras. 

También del pensamiento que dejaron. Ella defendía que las mujeres sufrían una doble explotación: como ser humano ante el capitalismo y como mujer ante el hombre. Defendió el amor libre frente a la institución tradicional de la mujer y que la maternidad solo era una opción para la mujer, no un fin. “Para un anarquista, antes que el trabajador, está el hombre, antes que la madre debe estar la mujer”, decía en la revista Solidad Obrera. 

 


Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad

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