El Servicio de Estudios del Banco de España ha publicado recientemente un informe sobre la penalización de la maternidad. El mismo constata que existe una clara brecha salarial en las mujeres que son madres. La causa se debe a la falta de corresponsabilidad en el hogar y de políticas de conciliación eficaces. Dicho de otro modo, las tareas de cuidado siguen recayendo en las mujeres y se espera que sean ellas quienes se ocupen de ello. De ese modo, los hombres no reciben esa penalización por ser padres.
La brecha salarial en relación con la maternidad
Tener un hijo cambia la vida de todas las personas, pero no del mismo modo para mujeres y hombres. La maternidad sigue siendo una barrera en la carrera laboral de muchas mujeres. No así como la paternidad en la de los hombres. En ellas se valora negativamente. Ser madre es un punto de inflexión en la carrera de las mujeres por el desigual reparto de las tareas de cuidado en el hogar.
Así, un informe del Banco de España, que lleva por título ‘The Child Penalty in Spain’, refleja que, transcurridos los permisos de maternidad y paternidad, son las mujeres las que asumen el cuidado casi exclusivo durante los primeros años de vida. Por lo tanto, «tras el primer hijo, las mujeres reducen considerablemente su jornada laboral», hasta un 9,8% del número de días laborales». Algo que no hacen los hombres. Pasados diez años, el descenso en el número de días trabajados por las mujeres se amplía al 23%.
En consecuencia, los ingresos laborales brutos de las mujeres se ven reducidos en un 11,2% durante ese primer año de maternidad. Por el contrario, las ganancias de los padres aumentan un 0,15%.
Lo que el estudio llama la penalización maternal, conlleva a que los ingresos desciendan un 19,5% a los dos años de ser madre y que. una década después, sean un 28% más bajos. El nivel salarial de los padres apenas se ve afectado.
Esto quiere decir que los roles de género aún se mantienen en los hogares y tiene consecuencias directas en el ámbito laboral, donde se valora de modo negativo la maternidad y de modo positivo la paternidad.
Se perpetúa en otros países
Esta situación explica parte de la brecha salarial entre hombres y mujeres. El organismo cifra en un 28% la brecha salarial de la maternidad. Esta diferencia se torna “una realidad innegable en todos los países”, reza el documento.
En el informe se contrastan los datos de la brecha de género de Austria, Dinamarca, Alemania, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos. Conforme a sus números, la penalización por hijo a largo plazo, que es del 28% en España, es similar a la de Suecia (26%) y Dinamarca (21%), y menor que la registrada en el Reino Unido (44%), Estados Unidos (31%) y Alemania (61%). A largo plazo, la mayor penalización está en Alemania, seguida de Austria, con mermas salariales de 51%.
Mayor precarización si se es madre
Sin embargo, no solo es importante estar en el mercado laboral, también permanecer. En este último caso, los datos desvelan que la mayoría de los contratos temporales o a tiempo parcial los tienen más las mujeres. La probabilidad de que las mujeres trabajen a tiempo parcial aumenta un 30% un año después de tener a su primer hijo, mientras que la de los hombres disminuye un 8%. Si se trata del contrato temporal, la probabilidad de que las mujeres trabajen con esta relación laboral sube un 32% tras la maternidad, frente a la caída de un 5% de las probabilidades que tienen los hombres.
Para que las mujeres permanezcan en el trabajo es necesario una corresponsabilidad en el hogar, medidas de conciliación en el centro de empleo y servicios públicos que cubran, entre otros, el cuidado de mayores e infancia.
La maternidad amplia en techo de cristal
Además del acceso y la permanencia, ser madre también limita las posibilidades de ascenso en las mujeres. Así lo constata el último informe Women In Business 2019 de la consultora Grant Thornton. También apunta lo mismo un estudio realizado por IESE-Ordesa que asegura que el 53% de las españolas afirman que ser madre les ha impedido avanzar en su carrera laboral. En otra investigación de la Fundación Adecco, el 67% de las encuestadas aseguró que sus oportunidades profesionales habían mermado por ser madre o estar en edad de serlo.
El retraso de la maternidad
Todo ello ha llevado a que muchas mujeres opten por retrasar la edad para tener descendencia hasta alcanzar cierta estabilidad en el trabajo. La mayoría de mujeres están concentradas en puestos inseguros, a tiempo parcial o de falsas autónomas, lo que, sumado a la falta de corresponsabilidad en el hogar, incentiva a no quedarse embarazadas para conservar el trabajo. De hecho, España es uno de los países con menor natalidad y más tardía.
La conciliación corresponsable como solución
Sobre esto mismo, un estudio de la Organización Mundial del Trabajo ha demostrado que España es el quinto país de la Unión Europea con mayor porcentaje de mujeres que no están en el mercado laboral debido a la falta de corresponsabilidad en el hogar y de conciliación en el empleo.
Un reparto equitativo de las responsabilidades de la familia y el hogar fomentaría la igualdad y repercutiría en beneficios para todas las personas. Sin embargo, esa corresponsabilidad aún no existe. La solución, por ende, pasa por la corresponsabilidad en el hogar.
Desde los Estados también se deben fomentar leyes que proyecten un cambio de mentalidad en las familias y en las empresas. Así, con unos permisos iguales e intransferibles, tal y como se está empezado a adoptar en España por el Real Decreto Ley 6/2019 , se elimina en cierto modo esta barrera. También establecer servicios públicos de atención y dependencia con ayudas retribuidas. Así como facilitar el apoyo institucional a las empresas para la adopción de medidas de conciliación corresponsables e incentivos fiscales para aquellas que las implanten. Como, por ejemplo, apoyar a las empresas para que reduzcan las jornadas de su plantilla sin rebajarles el sueldo.
Precisamente, desde las empresas se debe contar con medidas de conciliación dirigidas tanto a mujeres como a hombres. Algunas de esas medidas a implementar pueden ser:
- Flexibilidad de las horas de entrada y salida del lugar de trabajo
- Semana laboral comprimida
- Creación de bancos de horas para acumular horas extras
- Mejora de las condiciones en las excedencias por cuidados y en los días libres por situaciones familiares
- Teletrabajo regulado
- Puesta en marcha de servicios de guarderías, seguros médicos, planes de pensiones…
Desde el punto de vista social, toda la sociedad debe ser consciente de que la falta de corresponsabilidad es un problema público que afecta a toda la ciudadanía. Para ello, es fundamental un cambio en las conciencias y establecer un reparto equilibrado de esas tareas en las que la infancia también tenga un papel preponderante. De ese modo, los y las menores aprenderán la importancia de los cuidados y serán más independientes de mayores.
Jéssica Murillo, periodista y experta en igualdad e intervención en violencia de género