La discriminación salarial existe (y tiene rostro de mujer)

La discriminación salarial existe (y tiene rostro de mujer)
6 octubre 2010 Concilia2

Cada vez que aparecen noticias sobre la brecha salarial (ya sabéis, la diferencia de salarios que cobran los hombres y las mujeres en cada país «de media») o sobre la discriminación retributiva me tengo que hartar de escuchar y leer comentarios del tipo «jamás he conocido el caso de una empresa que pague más a los hombres que a las mujeres por el mismo trabajo» (como ejemplo, el segundo testimonio de este video de una encuesta de la cadena SER)

Dejando aparte el hecho de que «el mismo trabajo» no es exactamente sinónimo de «trabajo de igual valor», semejante afirmación como probatoria de la inexistencia del diferencial salarial viene a ser algo parecido a decir que la mutilación genital femenina no existe porque no conozco personalmente a ninguna niña que haya sido sometida a ella o que no es cierto que haya personas que ganen un millón de euros al mes porque no ha dado la casualidad de cruzarme con ninguna de ellas (al menos conscientemente) en toda mi vida. Como mucho, los veo dando patadas al balón en la tele, pero son seres más bien irreales.

Bien, pues aunque yo sí conocía documentalmente casos de discriminación salarial directa, como el caso de algunas empresas que pagan a sus limpiadoras un sueldo inferior al de sus compañeros, a los que llaman «peones de limpieza» -otorgándoles así más categoría aunque realizan exactamente las mismas funciones que ellas-, este fin de semana he tenido el dudoso privilegio de comprobar el hecho de manera más directa.

Durante un agradable fin de semana en el campo, he estado charlando con una amiga a la que no veo demasiado a menudo y a la que acaban de anunciarle que va a perder su trabajo. Es oficial primera en la notaría de un pueblo del norte de la Comunidad Valenciana y ya se sabe que, por muy absurdo que parezca, el personal de cada notaría depende directamente del titular de ésta, que puede modificar sus condiciones laborales a su antojo. Si el notario/a cambia (por traslado, jubilación, defunción, etc), el/la que venga puede prescindir de todos los trabajadores anteriores o, en el mejor de los casos, imponer nuevos horarios y salarios.

Algo de esto ha ocurrido en el caso que nos ocupa y ahora, cuando le toca acudir a la oficina del INEM, resulta que la prestación por desempleo que va a percibir mi amiga hasta que encuentre otro trabajo es inferior a la de sus compañeros varones, sencillamente porque durante estos años, ellos han cobrado un salario superior al de sus compañeras, a pesar de tener, en ocasiones, menos formación y experiencia. España, año 2010.

Más cosillas:

Os dejo un video interesante sobre la discriminación salarial en el sector del metal en el País Vasco elaborado en 2006 (antes de la Ley de Igualdad, sí, pero me gustaría saber si de verdad han cambiado las cosas) para terminar de ilustrar este despropósito que viven todavía demasiadas mujeres en nuestro país.

No digamos ya lo que ocurre en el caso de los ascensos (lo que, a la postre, incide en la brecha salarial), sobre lo que ha habido recientes sentencias condenatorias contra una importante empresa nacional.

6 Comentarios

  1. Fleming 13 años hace

    Opino que una compañera mia de trabajo cobra mas que yo y tengo una categoria superior a ella.

    Cuando llego a la empresa, la necesitaba mas que a mi, y por eso le pagan mas.

    Creo que alguien deberia de explicarme porque eso no parace nunca aqui 🙂

    La verdad, no me importa si gana mas o menos que yo. Hace bien su trabajo y es lo que importa

  2. Celia Zafra 13 años hace

    Pues tienes varias opciones: si crees que la diferencia salarial se basa en el hecho de que ella es mujer y tu hombre, puedes denunciarlo (la Ley de Igualdad también de ampara). Como no parece ser el caso, puedes pedirle a tu jefe que te suba el sueldo ya que hacéis los dos un buen trabajo y la emergencia para contratarla ha pasado, aunque no está el horno para bollos con lo de los aumentos 😉

    En el caso que cuento, era algo sistemático que los oficiales cobraban más que las oficiales. Y eso que no he añadido la anécdota de otro notario que le dejó muy claro que en su despacho tenían por norma no contratar a mujeres, que tienen la mala costumbre de quedarse embarazadas…

  3. Manolo 13 años hace

    La brecha salarial es injusta a todas luces, pero me surge una duda ante tu ejemplo sobre los «peones de limpieza», ¿cuando esta limpiando y tienen que mover pesos muy pesados o grandes cargas quien lo hace?
    Hay de hombres y mujeres tienen el mismo sueldo y sin embargo el trabajo de los hombres resultaba ser mucho mas duro fisicamente e igual en el resto de aspectos, ya que pocas mujeres podrian realizarlo de forma continuada, y no me lo han contado ni lo he visto, lo he vivido.

  4. Ass 13 años hace

    «yo sí conocía documentalmente casos de discriminación salarial directa,»

    «este fin de semana he tenido el dudoso privilegio de comprobar el hecho de manera más directa.»

    Pues no sé qué esperas para denunciarlo, criticas a los que dicen no conocer ningún caso, y tú que los conoces no haces nada.

  5. Celia 13 años hace

    En primer lugar, perdonad que haya tardado unos días en contestaros, con el festivo de por medio.

    Ass, tu conclusión me parece más que precipitada. ¿De dónde sacas que no he hecho nada? Para mi, dar a conocer a través de este blog que estos casos siguen ocurriendo es hacer algo, además de asesorar a mi amiga sobre las acciones que puede emprender o ponerlo en conocimiento de la inspección de trabajo.

    Manolo, el problema no está en las retribuciones diferentes cuando unas tareas son más dificultosas que las otras (eso es correcto ¿no?), el problema está cuando se crean categorías artificiales, como es el caso, para consolidar una diferencia retributiva que no se justifica por la penosidad en la tarea (ellos y ellas limpiaban cristales en altura, por ejemplo) ni por las responsabilidades asumidas.

    En todo caso, muchas gracias a todos por participar. Me gustaría que los hombres no os sintiérais atacados por artículos como éste, porque me parece que hay injusticias comunes suficientes contra las que luchar. Y para las que no son comunes, siempre viene bien ponerse en la piel del otro 🙂

  6. Nel 13 años hace

    Manolo, uno de mis primeros trabajos fue en la limpieza y movía cosas pesadas, por ejemplo sacos más grandes que yo llenos de toallas. Soy mujer. Mis compañeras, igual. No deduzcas tan rápidamente que cuando hay que mover cargas pesadas siempre se ocupa un hombre. De todas formas, si un compañero mío no pudiera acarrear un saco pesado de un lado a otro y me pidiera ayuda para eso, no consideraría que tengo que cobrar más por eso, igual que si un compañero mío, hombre o mujer (en mi caso fue un hombre) tiene los dedos más gruesos o más torpes que yo y necesita mi ayuda para deshacer el nudo de ese saco.

    Y Ass (vaya nombrecito xddddd), ¿dónde critica Celia Zafra a quienes dicen no conocer ningún caso de discriminación? A quien «ataca» es a quienes afirman que la discriminación salarial no existe porque ellos no conocen ningún caso. Desde luego, si no lees a quien pretendes rebatir, mal lo llevas.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*