La brecha digital de género en la juventud española

La brecha digital de género en la juventud española
23 diciembre 2019 Concilia2

Llegan las vacaciones de Navidad para la infancia y la adolescencia, lo que supone más tiempo libre del que disfrutar. La mayoría lo dedicarán al ocio en red, más concretamente a YouTube, las redes sociales y los videojuegos. Sin embargo, gran parte de este ocio online esconde detrás un fuerte componente sexista. Así lo demuestran diferentes estudios sobre esta materia. Uno de ellos es el de la Universidad de Deusto: El iceberg digital machista, realizado por la investigadora Estíbaliz Linares. La tesis hace referencia a los códigos, estereotipos, patrones y roles de género que se reproducen en la red y que generan desigualdad.

La brecha digital de género

En los últimos tiempos, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) han transformado las formas de vida. También en la juventud. Unas TIC que les influyen constantemente. Por ello, es necesario conocer cuáles son sus relaciones con las redes y las tecnologías. Al vivir en una sociedad desigualitaria, muy probablemente el uso del espacio online sea diferente para unas y para otros. Es por eso que es necesaria la introducción de la perspectiva de género en los estudios en este campo. Fue así como surgió el concepto de brecha digital de género.

El término de brecha digital fue acuñado por Lloyd Morriset para referirse a aquellas personas que no tienen acceso al mundo digital. A partir de esta terminología fueron estudiadas otras brechas digitales. Entre ellas, destaca la brecha digital de género, que define una importante desigualdad entre mujeres y hombres, marcada por los sesgos de género en el sector y en mundo tecnológico. Esa desigualdad de género queda patente en el acceso, uso, habilidades y forma de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación entre mujeres y hombres.

TICs

Dentro de la brecha digital de género, hasta ahora solo se había hablado de dos brechas digitales. La primera en la diferencia de acceso al mundo de las tecnologías de la información y la comunicación. La segunda en las habilidades y capacidades en el uso de las mismas. En los países occidentales, la primera brecha parece cerrarse. Sin embargo, la segunda está aún muy presente. Para detectar esta segunda brecha, solo hace falta acudir a los datos. En la Unión Europea, únicamente un 21,5 % de quienes trabajan en el sector digital son mujeres. Solo el 9 % son desarrolladoras o programadoras y tan solo el 19 % de las empresas del sector TIC tienen entre su personal directivo a mujeres.

El consumo desigualitario de las TIC

A estas dos brechas se añade una más, la relacionada con la forma de utilizar las TIC entre mujeres y hombres, sustentada en los patrones sexistas. Dicho de otro modo, en los contenidos que se encuentran en las redes y a los que acceden las chicas y los chicos. Esta brecha es la menos conocida y la menos estudiada.

Los chicos apuestan más por los videojuegos

Así, por ejemplo, el estudio de la Universidad de Deusto ha dejado de manifiesto que las mayores desigualdades se encuentran en el mundo de los videojuegos. Estos son consumidos en su mayoría por los chicos. y con mayor frecuencia que las chicas. Sobre esto mismo, el informe Ararteko destaca que las adolescentes prefieren jugar con el ordenador antes que con la Play Station. Mientras que los adolescentes lo prefieren a la inversa.

videojuegosAdemás, están repletos de estereotipos donde las mujeres son cosificadas y erotizadas. Los personajes femeninos son escasos, especialmente como protagonistas.

Según la Universidad de Deusto, 8 de cada 10 chicos encuentran contenido machistas en los videojuegos. También abunda la violencia, reproduciendo la masculinidad tóxica y generando un fuerte rechazo en las chicas.

 

Asimismo, las mujeres que juegan, se enfrentan al acoso. Marina Amores, comunicadora audiovisual de videojuegos ha puesto sobre la mesa los obstáculos que se encuentran las mujeres que quieren jugar a videojuegos online: “el rechazo es contante. Encontramos actitudes paternalistas y comentarios machistas constantemente”.

Las jóvenes se decantan más por vídeos de belleza

Otro punto donde se han constatado grandes desigualdades es en el uso que se hace de Youtube. Tanto unas como otros acceden a esta red, pero lo hacen de forma diferente. En esta plataforma, ellas ven canales de moda, belleza o turismo. Ellos apuestan más por canales sobre vídeojuegos o bromas.

En cuanto al resto de las redes sociales, la juventud se decanta, sobre todo, por Whastsapp, Instagram, Snapchat y Tic-toc. Sin embargo, se utilizan de forma diferenciada. Ellas como medio de comunicación. Ellos como medio de ligoteo.

redes sociales

Asimismo, es frecuente el envío de vídeos y fotos de mujeres desnudas entre ellos. Y son ellas quienes afirman sentir una mayor presión sobre su estética, sobre todo en Instagram, generando un autodesprecio sobre sus cuerpos. Este hecho explica el aumento de los trastornos de la conducta de la alimentación en edades cada vez más tempranas y, sobre todo, en las niñas.

Este estudio alerta que los estereotipos de género siguen muy incrustados en la juventud y se reproducen a través del contenido de internet. Por tanto, esta brecha aparece en el contexto de una sociedad ya desigual, que requiere de una trasformación estructural hacía la igualdad de género.


Jéssica Murillo, periodista experta en igualdad e intervención en violencia de género.

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