Inserción laboral para víctimas de violencia de género

Inserción laboral para víctimas de violencia de género
25 noviembre 2022 Laura L. Ruiz

Hablamos este 25N sobre las oportunidades laborales para las víctimas de violencia de género. Importante para las mujeres y para las empresas que las contraten. 

Trabajo como terapia y autonomía

En este Día contra la Violencia Machista, que se celebra cada 25 de noviembre, es importante resaltar que el trabajo es una de las puertas que permite a las mujeres víctimas de violencia de género salir del círculo de la violencia. “Permite el acceso de las víctimas a la independencia económica y personal necesaria para romper el vínculo con su agresor y lograr su plena recuperación”. La dependencia económica y de cuidados hace que muchas mujeres no se atrevan a denunciar, a salir de su casa y a pedir auxilio. Eso solo para dar el primer paso. 

Pero es que, además, muchos estudios demuestran que tener un trabajo permite a las mujeres independencia económica, social, psíquica y emocional. Por eso podemos decir que la empresa es una pieza vital para acabar con la violencia de género. No solo ofreciendo oportunidades laborales a supervivientes de la violencia machista, sino entendiendo todas las consecuencias que ser víctima tiene. Por eso, el Instituto de las Mujeres lanza este manual para la reinserción laboral.

 

¿Cómo hacer esa reinserción?

El proceso de salir de una relación de maltrato es complejo, requiere ayuda psicológica y deja secuelas. Eso afecta tanto a nivel personal, como social y también laboral. Hay que recobrar las energías para hacer una vida normal, trabajar a diario y, así, ser independiente de forma económica. Son algunas las ayudas sociales que tratan de aliviar ese tiempo entre que se rompe la relación y se tienen fuerzas para seguir. 

Ayudas como la económica o la psicológica. Un ejemplo es el acompañamiento para la reinserción laboral que se lleva a cabo desde muchas localidades. Gracias a un equipo multidisciplinar integrado por profesionales de psicología, trabajo social, orientación laboral e intermediación, se puede llevar a cabo. La escucha, la empatía y las soluciones a medida son imprescindibles, porque no existe un solo perfil de víctima. 

El papel de las empresas contra la violencia machista

Las empresas pueden hacer mucho más que abrir oportunidades laborales para las víctimas de violencia de género. Son una de las piezas clave en el rompecabezas social para acabar con esta parte más visible y mortal del patriarcado. La incorporación laboral de mujeres víctimas está regulada por la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, que establece, además de bonificaciones fiscales por contratar mujeres víctimas, otros derechos y obligaciones.

Si la ley lo facilita, ¿por qué hoy día la inserción laboral sigue siendo un problema? Según la Fundación Adecco, el 81% de las mujeres víctimas están en desempleo o trabajan en la economía sumergida. Esto hace que la pobreza y la dependencia se conviertan en un lastre para romper el círculo de la violencia. Entonces, ¿cómo puede llegar la empresa a mejorar esta situación?

Detectar, identificar, actuar

Partimos de la situación de que muchas mujeres no comunican que son víctimas de violencia de género. Incluso después de acabar la relación con su maltratador e incluso de recibir las sentencias. El miedo da paso a la vergüenza y les impide solicitar sus derechos. La empresa no llega a ser un espacio seguro, al igual que muchos otros contextos, y el miedo al estigma les impide contarlo. Como el miedo a que sea complicado para la empresa su contratación. 

Estos prejuicios están asociados, entre otras cosas, a pensar que estas mujeres van a tener menos productividad, van a pedir condiciones especiales o van a necesitar más flexibilidad. Lo que sí que dice la ley es que las víctimas pueden pedir reducción de jornada o reordenación de la misma, el derecho preferente a ocupar otro puesto de trabajo, del mismo puesto o categoría, que la empresa tenga vacante en cualquier otro de sus centros de trabajo. Unos derechos que coinciden con otras situaciones de las personas trabajadoras, como tener hijos/as a su cargo o situaciones de salud. 

Bonificaciones y condiciones

La empresa, como impulsadora de oportunidades laborales para las víctimas de violencia de género, debe conocer qué dice la ley. Para empezar, la víctima debe acreditar su condición con una sentencia condenatoria por un delito de violencia de género o con una orden de protección. También puede hacerlo a través de una resolución judicial, con una medida cautelar a favor de la víctima o el informe del Ministerio Fiscal que señale indicios de que la mujer es víctima de violencia de género. Un informe de los servicios sociales o de acogida también serían suficientes. 

Por su parte, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social indica que las organizaciones que contraten a mujeres víctimas de violencia de género tendrán derecho a algunos beneficios fiscales. Algunos de estos con la aportación de 1.500 euros al año, durante cuatro ejercicios, por cada contratación indefinida a tiempo completo, o 600 euros al año, si el contrato es temporal, durante toda su vigencia. También tendrán derecho a subvenciones relacionadas con la movilidad geográfica. Estas bonificaciones pueden consultarse aquí.

Acciones positivas a realizar

Además de lo que marca la ley en cuanto a contratación, son muchas las acciones positivas que la empresa puede realizar. El objetivo es generar un ambiente de trabajo adecuado, que permita a la víctima reinsertarse y aprovechar el potencial de las mujeres en esa situación. Para ello, la información y sensibilización sobre los derechos de las mujeres víctimas de violencia de género en la plantilla es imprescindible. También tener buenos protocolos que permitan adelantar situaciones complicadas, como buzones o canales de denuncia

También está trabajar en red con personal experto en violencia machista, estableciendo redes con organizaciones que traten el tema y ayuden a las víctimas. La diversidad no solo es un beneficio para la empresa, sino para todas sus trabajadoras y trabajadores. Y, por supuesto, para generar las oportunidades laborales para las víctimas de violencia machista es imprescindible que no haya estereotipos en los procesos de selección de personal.

 

Desde Concilia2 ayudamos a la puesta en marcha de protocolos de prevención, campañas de sensibilización y formación para luchar contra la violencia de género.

 


Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad

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