Horario de verano ¿por qué?

Horario de verano ¿por qué?
28 marzo 2016 Ana Olego

La madrugada del domingo tuvimos que adelantar el reloj una hora dando así cumplimiento a la Directiva Comunitaria 2000/84/ CE que rige el denominado  “Cambio de Hora”, dando así obligado cumplimiento a una norma que vincula a todos los países de la Unión Europea y establece con carácter permanente las fechas de inicio y finalización de la “hora de verano”.

horario verano

¿Cuándo empezó el cambio de hora?

Benjamin Franklin fue posiblemente la primera persona que pensó en el ajuste horario, según el autor del libro Seize the Daylight: The Curious and Contentious Story of Daylight Saving Time. Mientras desempeñaba su papel como embajador de los Estados Unidos en Francia, Benjamin escribió que se había despertado varias veces a las 6 de la mañana y que el sol resplandecía. Franklin se dio cuenta de la cantidad de aceite que se podría ahorrar si la gente se despertaba antes. No fue hasta la I Guerra Mundial cuando el cambio de horario se implantó a gran escala. Alemania fue el primer estado en aprobar para ahorrar carbón que podría utilizarse en la guerra. Pronto otros siguieron su ejemplo.

El “cambio de hora” comenzó a generalizarse a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para consumir menos electricidad en iluminación. Desde la aprobación de la Novena Directiva, por el Parlamento  Europeo y Consejo de la Unión, en enero de 2001, este cambio se aplica con carácter indefinido. En España se incorporó a nuestro ordenamiento jurídico ya hace 14 años.

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Idoneidad de la medida

El cambio de hora está avalada por las conclusiones positivas de su impacto en un estudio realizado por encargo de la Comisión Europea y  presentado 1999.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía el potencial de ahorro en iluminación en  nuestro país por el cambio de hora puede alcanzar el 5% del consumo eléctrico en iluminación; es decir, 300 millones de euros. De esa cantidad 90 millones correspondería a los hogares, un ahorro de 6 € por casa. Otros 210 millones de euros se ahorrarían en empresas e industrias.

No obstante, para alcanzar este potencial de ahorro es necesario un comportamiento responsable: prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria y utilizar tecnologías de ahorro en iluminación —fotocélulas o sensores de luz–. El Código Técnico de la Edificación obliga la instalación de estos sistemas en las nuevas construcciones.

La Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles insiste en que este cambio de hora no tendrá el efecto que se persigue si no se acompaña de medidas de racionalización horaria; la cultura del presentismo y las jornadas maratonianas incrementan indudablemente el consumo en las empresas.

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Más medidas de ahorro

Independientemente del cambio de hora, el Mº de Industria, Energía y Turismo y el IDAE recomiendan contribuir al ahorro de energía durante todo el año haciendo un uso inteligente de la iluminación en nuestros hogares. Seguir determinadas pautas o hábitos puede permitir ahorrar hasta 100 €  al año.

¿Cómo? Te lo contamos:

  1. Aprovechar la luz natural: el sol es gratis.
  2. Apagar las luces cuando abandonemos una habitación.
  3. Instalar bombillas de bajo consumo o lámparas de Led, ahorran hasta un 80%.
  4. Usar iluminación localizada que, además, crea ambientes confortables y acogedores.
  5. Utilizar claros para decorar la casa. El ambiente es luminoso necesita menos luz.
  6. Limpiar con regularidad las fuentes de luz. La suciedad dificulta la correcta difusión.
  7. Instalar detectores de presencia en las zonas de paso.

¿Se te ocurre alguna más?

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