La Comisión Europea quiere garantizar una mayor transparencia salarial en los Estados miembros y pide sanciones mayores contra la desigualdad laboral.
Reducir la brecha de género europea
Recientemente España ha impulsado nuevas herramientas para asegurar la igualdad retributiva entre hombre y mujeres, gracias a los registros retributivos y las auditorías salariales. Con este mismo objetivo, la Comisión Europea impulsa la Directiva de Transparencia de Salarios para que ningún estado se quede atrás en la carrera por la igualdad. Se trata de una propuesta que debe ser aprobada por los Veintisiete y el Parlamento Europeo.
En concreto, se trata de un paquete de medidas que tratan de garantizar aún más el acceso a la justicia para las mujeres discriminadas laboralmente. También está dirigido a persuadir a las empresas de su papel como garante de igualdad con sanciones efectivas y proporcionadas. De esta manera, la Unión Europea impulsa nuevos mecanismos para garantizar que las leyes impuestas se cumplan.
86 céntimos de cada euro
Un ideal, el de la igualdad en el trabajo, que se traduce en diferentes normativas. Empezando por la Resolución del Parlamento Europeo sobre igual salario a igual trabajo (2000/2312(INI). En este texto la UE reconoce que “el abismo salarial sólo puede ser reducido mediante una política dual, que, por una parte, ha de mejorar la posición de la mujer en el mercado”. Además recuerda que en el Consejo Europeo de Lisboa se acordó impulsar “que la tasa de actividad de las mujeres en el mercado laboral alcance el 60% en 2010”. Un hecho cumplido: en la actualidad es del 73,4% de media.
Los datos hacen ver que es necesario el refuerzo. En datos de noviembre del pasado año, la brecha salarial de mujeres y hombres en la Unión Europea era del 14,1%. Es decir, las mujeres cobran 86 céntimos por cada euro que ganaba el hombre cada hora. Viendo de cerca los estados miembros, hay países como Estonia, Austria, Alemania o República Checa donde la desigualdad se dispara. Un 21,8% en el caso de Estonia. Por debajo de la media está España (11,9% según el cálculo de la institución europea) y liderando el podio estaría Luxemburgo (1,4%), Rumanía (2,2%) o Italia (3,9%).
Novedades europeas en materia de salarios
“El mismo trabajo merece igual salario y para la igualdad de remuneración se necesita transparencia. Las mujeres deben saber si sus empleadores las tratan de manera justa y cuando no sea el caso deben poder defenderse y obtener lo que se merecen”, según la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Por eso desde Bruselas se han comprometido a acelerar la marcha contra la brecha salarial con esta directiva concreta que deberá ser impulsada por los Veintisiete y el parlamento Europeo. Entre las novedades:
- Los empresarios estarán obligados a dar información sobre el nivel inicial o una horquilla salarial en la oferta de empleo o antes de la entrevista de trabajo y no podrán solicitar a los candidatos información sobre su historial salarial pasado.
- Los trabajadores y trabajadoras tendrán derecho a pedir información sobre el nivel de remuneración individual y el nivel de remuneración medio, por sexo, para las categorías de empleados que hacen el mismo trabajo.
Entre otras novedades, también está que las empresas mayores de 250 empleados deberán publicar sus datos salariales. Cuando la brecha sea de más del 5%, se tendrá que analizar incluso por los propios trabajadores (con una evaluación salarial) para conocer las causas. Un compromiso con la igualdad salarial que España ha tomado.
Evitar la discriminación, acabar con la impunidad
La directiva europea prevé tanto medidas disuasorias para que la discriminación no llegue a producirse, como reacciones para que no quede impune. Una de ellas es asegurar que las víctimas de esta discriminación salarial tengan un acceso garantista a la justicia. La directiva propone que las trabajadoras y trabajadores afectados puedan recibir una compensación, incluida la recuperación total de los pagos atrasados y las bonificaciones o pagos en especie relacionados. Además, la carga de la prueba recaerá sobre la empresa y será ella, y no el trabajador, quien tendrá que probar que no ha habido discriminación en el sueldo.
“Tenemos evidencia suficientemente sólida de que necesitamos tener reglas vinculantes y no solo depender de la responsabilidad social de las empresas porque vemos que no lleva a ninguna parte”, asegura la vicepresidenta de la UE, Vera Jourova. Se trata de una directiva que cuenta con el respaldo de los sindicatos y que, según la Comisión Europea, no supondrá un coste excesivo para las empresas. En concreto calculan que el coste de informar a la plantilla estará entre 379 y 890 euros. Desde España, el sindicato UGT ya exigió a Von Der Layen que cumpliera su compromiso y aprobaran esta directiva.
Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad