Contra la discriminación por edad, el talento senior

Contra la discriminación por edad, el talento senior
13 junio 2022 Laura L. Ruiz

La esperanza de vida aumenta y el número de mayores de 65 años también. Por eso es momento de poner fin a la brecha digital, el edadismo. Contra la discriminación por edad, apuesta por el talento senior.

 

mujer mayor trabajando

Una de cada tres personas será mayor en la UE

Según el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2020 vivimos una media de 72,5 años —20 más que en 1960— y que la población total de mayores de 60 se habrá duplicado en 2050 respecto al año 2000. En la Europa de 2060, uno de cada tres habitantes será mayor de 65 años. Una tendencia que se repetirá en el mundo. Y es que la generación de los ‘baby boomers’ —personas nacidas entre 1935 y 1960— han roto con los prejuicios y la barrera de la edad. 

Ejemplos de ello son la recién retirada canciller alemana Angela Merkel o Bill Gates, cofundador de Microsoft. Su salud es mejor que en otras generaciones a esta edad, se habla de envejecimiento activo cada vez más, su patrimonio es mayor que el de los jóvenes y tienen un ‘expertise’ considerable. Por todo ello, no sorprende que el talento senior sea un reclamo cada vez mayor en los Recursos Humanos y que la economía genere productos y servicios orientados a estas edades. Ellos deben estar en la sociedad y enfrentarse a múltiples violencias. Por eso esta semana celebramos el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. 

‘Silver economy’ o economía plateada

La ‘silver economy’ o economía plateada incluye todas aquellas actividades económicas, productos y servicios destinados a satisfacer las necesidades de los mayores de 50 años. Este concepto, derivado del llamado ‘silver market’ surgió en Japón —el país con mayor porcentaje de personas mayores de 65 años— durante la década de los setenta. Precisamente, estos productos y servicios cuentan con un componente tecnológico que enfrenta al concepto de brecha tecnológica que muchas veces deja atrás a los mayores. 

Los avances en domótica, Inteligencia Artificial (IA), Internet de las Cosas (IoT), eSalud y demás servicios propios de las smart cities, despiertan el interés de un público maduro pero demasiado joven para sentirse viejo. Para que así sea, hay que evitar que la discriminación a los mayores solo por su edad -edadismo- impere en quienes toman decisiones políticas y económicas. Desde las pensiones justas -sobre todo para ellas- hasta sus nuevas necesidades. 

Discriminación contra las personas mayores

El término edadismo -según el Ministerio de Sanidad– fue acuñado por Robert Butler en la década de los 60 para referirse a los estereotipos y prejuicios existentes en relación a la edad. Las investigaciones sugieren que la discriminación por motivos de edad puede ser ahora incluso más generalizada que el sexismo y el racismo y tiene graves consecuencias. Entre ellas la de la exclusión social, laboral y económica. 

Empezando por la brecha digital. Según el INE, el 73,3% de las personas mayores (entre 65 y 74 años) utiliza Internet, mientras que quince años antes solo lo hacía el 5,1%. De hecho, cabe señalar que entre 2018 y 2021 el consumo creció casi tanto como durante los doce años anteriores. Además del acceso a las nuevas tecnologías, está el hecho de poder usarlas. Hace poco saltó a todos los medios la campaña de un jubilado por ser atendido de manera presencial en su entidad bancaria. Gestos como cerrar sucursales en pueblos pequeños o dejar todas las operativas en exclusiva a los cajeros pueden hacer que las personas mayores dejen de ser autónomas.

Paro y talento senior

Otra de las grandes discriminaciones que sufren las personas en edad de trabajar es tener más de 50 años. Se considera que es una edad en la que no se puede aprender y que su capacidad de adaptación a los nuevos puestos no es igual que la de alguien más jóvenes. Este estereotipo, que valora en grupo a muchas personas heterogéneas entre sí, genera discriminación y desempleo. Independientemente de la experiencia que tenga o de las cualidades que haya desarrollado a lo largo de su carrera. La EPA de 2021 dice que con todo, el 57% de los ejecutivos de entre 50 y 64 sigue estando sin empleo y el 70% de ellos lleva más de un año desempleado.

Los expertos apuntan precisamente a que el talento senior es fundamental para la recuperación económica después de la pandemia. De ellos dicen que están mejor preparados, entre otras cosas, porque en sus vidas han tenido normalmente experiencias, sucesos y conocimientos que conforman una trayectoria vital que ayuda a remontar mejor las incertidumbres. Por ello llaman a las empresas a valorar tener en sus plantillas trabajadores y trabajadoras con estas capacidades y ofrecer puestos de trabajo en línea a estos perfiles. 

En Italia han elegido a Vittorio Colao, de 61 años y ex CEO de Vodafone, para liderar la reconstrucción del país. Lo mismo han hecho en Taiwán, donde la ex presidenta, Tsai Ing-Wen, de 63 años, está siendo clave en la recuperación de la crisis. Si los gobiernos lo hacen, ¿por qué no iban a hacerlo las empresas?

 


Laura L. Ruiz, periodista especializada en igualdad

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