Diferencias entre el baby blues y la depresión posparto

Diferencias entre el baby blues y la depresión posparto
23 marzo 2016 Ana Olego

Cuando un bebé llega a la familia es motivo de felicidad inmensa para todas las personas. El bebe se convierte en el centro de atención, recibe regalos, le hacen carantoñas e infinitos comentarios que alaban su gracia. En este momento ya nadie duda sobre cómo tiene que ser una madre ejemplar y el significado supremo de la palabra maternidad. ¡Todo parece fácil y claro!  😀

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El viaje hacia la maternidad

En este marco bucólico tan bonito hay una persona que ha entregado su vientre como cuna en una travesía en la que le ha cambiado cada una de las células del cuerpo: ha cogido kilos dónde nunca los hubo antes —o más donde ya los había—, le han salido estrías en las partes más sensuales de su cuerpo —a modo de tatuajes de un viaje que no olvidará—, ha tenido vómitos o ha deseado comer montañas de helado, ha podido marearse, ha tenido que ir innumerables veces a los servicios médicos donde han revisado su cuerpo mientras ella, medio desnuda, adoptaba posturas raras que la hacían sentir a veces vulnerable…

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¿Seguimos?…

Ha hecho un curso avanzado sobre canastillas para bebés, ha sustituido el erótico cubrepezones por el práctico sacaleches, ha reformado su vestuario con ropa de dos o tres tallas más grandes y la lencería sexy ha dejado paso a los sujetadores abatibles. Sombras de Grey o Lituma en los Ándes han sido arrinconados en la estantería para dejar sitio a “Crecer feliz” o “Manual de la madre perfecta”, por las mañanas ya no se oye a Celentano en Mundo Babel sino la canción de “Los patitos amarillos”, el salón de Ikea se parece cada vez más a una divertida ludoteca, y en este viaje ha recibido numerosos consejos —unos útiles otros no tanto— sobre lo vivido y lo que se le avecina.

Por si fuera revistas y blogs recuerdan constantemente que hay que hacer mucho ejercicio —algunos con nombres sospechosos como «hipopresivos»—para tener el cuerpo de las modelos de Victoria Secret —el que nunca antes se tuvo ni falta que hizo, ni para ser feliz, ni para ligar, ni para ser amada—.

depresión posparto

A todo ese lío anterior hay sumar la responsabilidad de seguir siendo una amante generosa y una profesional competente. El viaje de aventuras se prolonga hasta el infinito, habrá de acomodarse a las necesidades del bebé y cumplir con las exigencias que requiere su buen desarrollo físico y psíquico en un mundo, que además de bello, ocasionalmente parece confuso. Queda por delante la tarea —que se presumía relativamente fácil y feliz— de educar y proporcionar seguridad a quien más se ama. ¡Casi nada!  🙄

Arribadas en el puerto de la maternidad y con su hijo en brazos, algunas mamás se sienten sobrepasadas por tremenda responsabilidad. Parece natural ¿no?

Continúa leyendo, te contamos por qué …  💡

Diferencias entre la depresión posparto y el baby blues

La depresión posparto o depresión posnatal es una forma de depresión que puede afectar a las mujeres y, menos frecuentemente, a los hombres después del nacimiento de un hijo. En general, se manifiesta por sentimientos de tristeza y tendencia al llanto, aunque también puede mostrar síntomas de la depresión. Existen dos tipos de depresión, la baby-blues que es mucho más leve que la depresión posparto. No se conocen las causas pero se considera que el cambio hormonal junto al cambio de ritmo de vida es un posible detonante. El sueño se altera, el útero pasa de pesar 70 o 100 g a 1 kg, la madre no tiene tiempo para sí misma debido a que ocupa su tiempo en cuidar al bebé.

depresión posparto

Los médicos consideran baby-blues a la existencia de una alteración leve en el estado de ánimo de la madre puérpera, con síntomas depresivos leves. En general se manifiesta por falta de concentración, ansiedad, tristeza, pero sobre todo por una inestabilidad del humor con gran tendencia al llanto. Este estado remite en dos semanas sin ningún tipo de tratamiento.

La depresión posparto es la depresión que se inicia en las primeras doce semanas tras el parto, debido al gran cambio que se produce con la llegada del bebe, con síntomas depresivos típicos: tristeza, sentimientos de desesperanza y de minusvalía, insomnio, pérdida de apetito, lentitud de movimientos, pensamientos recurrentes de muerte, molestias digestivas, dolor de cabeza, fatiga, ansiedad elevada, etc. Este estado sí que necesita tratamiento.

depresión posparto

En estos casos hay que:

  • Acudir a los servicios médicos. Si consideras que la primera opinión no es acertada, no ha entendido lo que te ocurre o no mejoras con el tratamiento, busca una segunda opinión médica.
  • Exprésate con sinceridad con quienes te rodean y explícales lo que te ocurre.
  • Solicitar ayuda y colaboración con las tareas domésticas y el cuidado del bebé.
  • Hablar con otras mujeres para que te cuenten su experiencia.

Es cuestión de darse tiempo, de aprender a ser madre. No hay un único modelo de ser madre como tampoco lo hay de ser hijo. ¡Confía en ti! No siempre será fácil, pero irá bien.

Imágenes de kosogkaos

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