Primero vamos a recordar lo que es «sexo» y lo que es «género». Luego pondremos algunos ejemplos del mal uso que se está haciendo de estos términos y como usarlos de forma correcta. Finalmente nos referiremos a su empleo en la redacción de los Planes de Igualdad de las empresas.
¿Qué es el «sexo»?
En todo caso, en el contexto de la negociación de un Plan de Igualdad, el sexo se refiere a las características biológicas y fisiológicas que definen a hombres y mujeres. «Macho» y «hembra» son categorías sexuales. El sexo viene determinado por la naturaleza, no lo elegimos.
Ejemplos de sexo:
- El aparato reproductor de las mujeres y el de los hombres son diferentes.
- La barba es una característica de los hombres. Las mujeres no tienen.
- Los hombres, de media, superan en masa muscular y altura a las mujeres.
- Las mujeres tienen índices de grasa corporal superior al de los hombres.
- Las hembras humanas tienen mamas desarrolladas en la edad adulta, los hombres no.
- En todo caso, la gestación y la lactancia son funciones propias de las hembras. Los hombres no pueden.
¿Qué es el «género»?
Sin embargo, y a diferencia del sexo que es «cosa» de la naturaleza, el género es «cosa» de la cultura. Por consiguiente, el género es la construcción social y cultural que define las diferentes características que deben de tener las mujeres y los hombres. En función del género se atribuyen a las mujeres unas emociones, habilidades, comportamientos, deseos y expectativas muy diferentes de las que se atribuyen a los hombres. El género determina qué es lo que es «ser una mujer» y lo que es «ser un hombre».
Ejemplos de género:
- Las mujeres usan ropa con más colorido que los hombres.
- Hay más mujeres que hombres con el pelo largo o muy largo.
- Usan falda más mujeres que hombres.
- El 99% de las mujeres se depilan. El porcentaje de hombres que se depilan es bastante inferior.
- Muchas mujeres llevan tacones. Es muy raro que un hombre utilice zapatos de tacón.
- Es aceptable que el hombre sea mayor —incluso, mucho más mayor— que su pareja. No lo es tanto cuando es al revés.
- Hay más hombres que mujeres que pilotan coches de fórmula I. Hay más mujeres que hombres que empujan sillas de bebé.
Malas prácticas Vs Buenas prácticas
Concluyendo, en los planes de igualdad se encuentran a veces redacciones que conviene modificar. Por ejemplo: «datos desagregados por razón del género», «promover la presencia equilibrada de género en la empresa» o «contabilizar el alumnado por género». Por lo tanto habría que expresarse así: «datos desagregados por razón de sexo», «promover la presencia equilibrada de ambos sexos en la empresa» o «contabilizar el alumnado por sexos». En cambio hay expresiones en las que es obligatorio utilizar «género» para que tengan significado: «perspectiva de género», «estereotipos de género», «roles de género» o «violencia de género» son algunas de las más habituales.
Familiarizarse con estas palabras es muy importante para realizar un buen Plan de Igualdad ¡No lo olvides!