El 2 de octubre se conmemora el día internacional de la no violencia en honor a Mahatma Gandhi. Pese a que con el progreso y las décadas se podría pensar que la violencia en la sociedad es menor, las estadísticas y titulares nos hacen ver que no. Determinadas violencias, como la homófoba o la machista, son todavía asuntos pendientes para lograr una sociedad pacífica.
Mahatma Gandhi, el origen
Con el reciente caso del asesinato homófobo de Samuel Luiz en A Coruña o las violaciones grupales que siguen horrorizando a la sociedad, es difícil hablar de la No Violencia. Su día internacional, que se conmemora desde 2007 cada 2 de octubre, permite ampliar la mirada y preguntarnos ¿de qué hablamos cuando hablamos de no violencia?
Este día internacional se constituyó en honor a Mahatma Gandhi, el líder indio que cambió el combate físico por la resistencia pasiva para pedir la independencia de su país. «La mayor fuerza a disposición de la humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucción más poderosa concebida por el ingenio del hombre», dice una de sus citas más conocidas.
No violencia no significa pasividad
Mientras que la no violencia es frecuentemente utilizada como un sinónimo de pacifismo, desde mediados del siglo XX el término de la no violencia ha sido adoptado por muchos movimientos para el cambio social que no se centran en la oposición a la guerra.
Existen tres categorías principales de acción no violenta:
- Protesta y persuasión, incluyendo marchas y conmemoraciones
- No-cooperación
- Intervención no violenta, como bloqueos y ocupaciones.
Contra qué lucha la no violencia
La tolerancia, el respeto y la diversidad están en la base de esta no violencia. De una sociedad pacífica que no se ha alcanzado aún. Se calcula que más de millón y medio de personas al año pierden la vida en algún acto de violencia, donde los tipos más comunes son violencia contra la mujer o violencia machista, violencia racial, violencia religiosa, violencia homofóbica y en menor grado violencia criminal.
Fijándonos en la primera, la ONU estima que el 35% de las muertes de mujeres en todo el mundo tuvieron una causa violenta (por su pareja o algún miembro de la familia). Pero la violencia no se ciñe solo a un resultado mortal: el acoso, los malos tratos, los matrimonios forzosos, la humillación, la trata de personas, las agresiones sexuales o la discriminación laboral son solo ejemplos de los tipos de violencias que sufren las mujeres.
Repunte de la violencia homófoba
En España, en concreto, se está viviendo un repunte de un tipo de violencia, la homofobia. Toda aquella que atenta contra la vida, la integridad o la dignidad de las personas LGTBI+. Los delitos de odio por esta causa, según datos del Ministerio del Interior, indican que entre 2016 y 2019 (último año del que ofrece datos) pasaron de 169 a 278. Una cifra que según el Observatorio contra la LGTBfobia es solo la punta del iceberg.
Ellos registraron solo en 2019 hasta 321 incidentes de odio contra personas LGTBI+ en la Comunidad de Madrid. En lo que va de año en Catalunya ya se ha registrado un repunte del 15% en los ataques homófobos respecto al año pasado y son ya más de 80 las víctimas de este tipo de agresiones. En la Comunitat Valenciana, el Observatorio Valenciano contra la LGTBfobia también ha apreciado un repunte importante respecto año pasado, cercano al 25%.
El objetivo de este día internacional
Además de denunciar la violencia que hoy día continúa, este día de la No Violencia tiene como objetivo otras formas pacíficas de convivir. Pretende sensibilizar sobre los caminos no violentos que existen para lograr nuestros objetivos, ya sean personales o profesionales.
Por eso, cada 2 de octubre, es un buen momento para parar y ver cómo el movimiento impulsado por Gandhi logró su ansiada independencia de una manera no violenta. Porque que cada persona viva en el mundo de una manera más respetuosa y empática con los demás nos hace estar más cerca de un mundo más pacífico, tolerante y armonioso.
Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad
