La celebración del Día de la Madre se remonta a la antigua Grecia, donde se rendían honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. Posteriormente, los romanos adoptaron esta celebración, y la llamaron Hilaria. La Hilaria se celebraba cada 15 de Marzo, en el Templo de Cibeles y durante tres días se hacían ofrendas. Según el país, el Día de la Madre se celebra en una fecha o en otra. En España, es el segundo domingo de mayo.
Cada año, la mayoría de las personas retoman la costumbre romana de las ofrendas, y obsequian a sus madres con flores, joyería, libros, manualidades… Sin embargo, tendríamos que plantearnos otro tipo de «regalos», como por ejemplo los siguientes.
– La corresponsabilidad en casa. La jornada laboral de una madre suele continuar al salir del trabajo y volver a casa. A todos nos gusta relajarnos después de un día de escuela o trabajo, y ellas no son una excepción. Con la colaboración de cada miembro de la familia, las tareas se reparten, se hacen menos pesadas y todos somos más corresponsables.
– Una madre no es solamente madre. Es una mujer con aspiraciones profesionales y personales. La maternidad es una parte muy importante de la vida de una mujer, pero siempre hay hueco para otras cuestiones que la llenen profesional y personalmente. Esto se consigue con la mencionada conciliación. Unos horarios flexibles, permisos de maternidad y paternidad iguales y de mayor duración contribuyen a la satisfacción de todas las áreas de la vida.
Por último, El Día de la Madre también es buen momento para echar un vistazo alrededor, en nuestro país y fuera de él. Darnos cuenta de que hay muchos tipos de familia, y que en todas se puede dar el entorno ideal para la crianza y la educación. Recordar que en otros países, como por ejemplo África, la maternidad no se vive igual que aquí debido a las dificultades que existen.
Desde Concilia2, os deseamos un Feliz Día de la Madre.