Uno de los espacios de socialización más importantes es el educativo. En él pasan gran parte del tiempo las niñas y los niños. Todo lo que se produce dentro de él les influye, les educa y les posiciona en el mundo. Por ello, es fundamental introducir la igualdad en las aulas. La mayoría de las personas opina, equivocadamente, que no es necesario hacerlo, ya que en la escuela ya existe igualdad: chicas y chicos estudian en las mismas aulas, con el mismo curriculum académico y con los mismos materiales. Sin embargo, la escuela mixta no es lo mismo que la escuela igualitaria. De hecho, hay muchos espacios mixtos, como por ejemplo las empresas, donde no por ser mixtas ya existe igualdad.
La desigualdad de género en los colegios
En la escuela, al formar parte de la sociedad en la que incide, también existe machismo y desigualdad. Sin embargo, pasan desapercibidas. Están de modo sutil en el denominado curriculum oculto: el conjunto de aprendizajes vividos en la escuela sin que ni el profesorado ni el alumnado sea consciente de ello:
- La ocupación de los cargos: a pesar de ser una profesión muy feminizada, existe techo de cristal en los puestos de poder
- Las personas que protagonizan los problemas de matemáticas y las oraciones gramaticales
- El uso del espacio, especialmente en el recreo
- Las personas que se ponen como ejemplo o referente
- Los libros de texto y las lecturas obligatorias, tanto en los relatos como en las imágenes
- La forma en que se cuenta y visibiliza la aportación de mujeres y hombres
Educar en igualdad de género
La herramienta más importante para erradicarlo es la perspectiva de género, que consiste en reconocer las desigualdades, visibilizarlas, tenerlas en cuenta y actuar sobre ellas. En el caso concreto de la educación, el método más efectivo para introducir esta perspectiva de género es la coeducación, que posibilita que unas y otras tengan las mismas oportunidades y no carguen consigo la losa de la discriminación por cuestión de sexo.
La coeducación es un método de intervención educativo que parte del principio de igualdad entre sexos y la no discriminación por esa misma razón. Debe ser un proceso intencionado y transversal. Requiere, además, que el profesorado ponga en tela de juicio qué se enseña, cómo y por qué, dando visibilidad a la contribución y saberes de las mujeres en todas las áreas, la valorización de los cuidados y una educación de los sentimientos y emociones. Coeducar significa, por tanto, educar en igualdad a niñas y a niños, al margen de roles y estereotipos que los limiten y creen frustración. No se debe, por tanto, marcar diferencias en los juguetes, los colores, las formas de comportamiento… Los principales pilares de la educación se fundamentan en:
- El uso no sexista del lenguaje
- Hacer una mirada crítica a los libros de texto y visibilizar la labor de las mujeres en todos los ámbitos y lo largo de la historia y la actualidad, dando igual valor a los saberes y hechos protagonizados por mujeres y hombres
- Creación de nuevas masculinidades
- Promover una educación afectivo y sexual
- Resolución pacífica de los conflictos
- Hacer un análisis crítico al sexismo, desterrando roles y estereotipos
- Ampliar las oportunidades de mujeres y hombres
- Fomentar la corresponsabilidad
- Lucha específica contra la violencia de género
Jéssica Murillo, experta en igualdad e intervención en violencia de género