La UNESCO denuncia que solo el 33% del personal investigador son mujeres y que muchas veces se ven en la situación de dejar de lado ser madres. Numerosas campañas de científicas han denunciado la situación, también en España. Analizamos las barreras laborales que se encuentran las mujeres científicas.
Investigadoras y científicas a nivel global
El organismo de Naciones Unidas destaca que a nivel global la desigualdad tanto a nivel educativo como laboral sigue persistente. Según un estudio de la UNESCO, las mujeres siguen representando solo el 28% de las personas licenciadas en ingeniería y el 40% de informática y computación. Unos datos que hacen ver la brecha de género que existe en la llamada revolución digital y que puede hacer que la mitad de la población quede atrás.
El techo de cristal también es una realidad. Mientras que las mujeres han alcanzado la paridad numérica (45-55%) en los estudios universitarios, no están igual de presentes en cargos directivos en la academia. Lo mismo que la brecha de género que se amplía en los años consecutivos en la carrera profesional. No sorprende que las investigadoras suelan tener carreras más cortas y peor pagadas. Así, las mujeres suelen recibir becas de investigación más modestas y, aunque representan el 33,3% de todos los investigadores, solo el 12% de la plantilla de las academias científicas nacionales son mujeres.
#oCinetíficaoMadre
No se trata de unos datos que no afecten en España. Las propias investigadoras y científicas llevan años reivindicando su situación. En 2018, un grupo de cuatro mujeres impulsaron una recogida de firmas en la campaña #oCientíficaoMadre. Casi 300.000 apoyos se entregaron a la secretaría de Estado, Ángeles Heras, que se comprometió a paliar las dificultades de las investigadoras a la hora de ser madres. Y es que no faltan testimonios directos que narran esta problemática.
La periodista Marisa Kohan recogía alguna en su reportaje en Público.es. Como el caso de María de la Fuente, directora de la Unidad de Nano-Oncología en el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela. En su caso, la baja maternal fue contabilizada como tiempo trabajado, logrando menos méritos para el ascenso que sus colegas. La ingeniera Ana Isabel González-Tablas vio directamente como se le denegaba una beca al encontrarse de baja por maternidad en el plazo de petición. La conciliación también le fue imposible a su colega Diana de la Iglesia. Ella tuvo que abandonar un proyecto de investigación al ser imposible rendir laboralmente y encargarse de sus cargas familiares.
Estereotipos sexistas y discriminación laboral
Además de los testimonios públicos, son muchos estudios los que recogen la larga lista de barreras laborales que existen para las científicas y en las carreras STEAM en general (matemáticas, ciencias, ingeniería o tecnología). La investigadora Leire Gartzia retrató la situación en un estudio a nivel europeo. “Vemos que se ha avanzado mucho y muy rápido en las últimas décadas, pero las formas de discriminación son muchas y muy sutiles, y van desde la perpetuación de los estereotipos en los medios de comunicación, la escuela y el lenguaje, hasta la discriminación directa e indirecta en el ámbito laboral, político y legislativo”, declaró al medio de divulgación científica Sinc.
Gartzia destaca que pese a todas las iniciativas de los gobiernos europeos y de la propia Unión Europea, no se ha logrado un terreno de juego totalmente igualitario. A diferencia de EEUU, destaca, no existen programas integrales que favorezcan la conciliación familiar con la carrera científica. Licencias parentales o guarderías, son algunos de los elementos que sí funcionan al otro lado del Atlántico.
Referentes de las mujeres STEAM, un primer paso
Con el motivo de derribar barreras educativas, laborales y de estereotipos existen iniciativas como la de #MujereSteam. Un proyecto realizado por la Fundación Concilia2 y financiado por el Gobierno de Castilla-La Mancha y el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha. Con él se pretende concienciar a la población sobre la problemática existente (brechas de género en el sector STEAM, segregación en los estudios y ocupaciones, insuficiente orientación y falta de referentes, etc.), explicar las vías que existen para resolverlo y animar a los diferentes organismos como empresa, centro educativo o mujer referente para acabar entre todas y todas con la desigualdad.
Estas últimas, las mujeres referentes, han sido unas de las protagonistas más importantes del proyecto. #MujeresSteam ha entrevistado a 21 mujeres que tienen carreras en ingeniería, matemáticas, ciencia o tecnología y que actualmente trabajan en Castilla-La Mancha o están ligadas a la comunidad. Estas mujeres profesionales responde a cuestiones vitales. Como las barreras que tuvieron para estudiar su vocación, la discriminación que sufrido en su carrera o la imagen que tenían de pequeñas de lo que era ser una mujer científica, por ejemplo.
Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad