Los avances del colectivo LGTBi+ gracias al Día del orgullo

Los avances del colectivo LGTBi+ gracias al Día del orgullo
28 junio 2021 Laura L. Ruiz

Más de medio siglo después de las primeras marchas, se puede echar la vista atrás y comprobar los avances en los derechos LGTBI+ aunque quede mucho para acabar con la homofobia.

De Stonewall al mundo entero

En este mes de junio son muchas las celebraciones y reivindicaciones que desde casi todos los puntos del planeta defienden los derechos de las personas lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, intersexuales y más. Todas las identidades que rompen con las formas tradicionales impuestas de entender la diversidad, la orientación sexual y las percepciones de género. Porque la igualdad, el feminismo y la defensa de los derechos LGTBi+ parte con un mismo enemigo: el patriarcado

Con él se encontraron de frente los y las primeras activistas que popularizaron que en junio existieran marchas reivindicativas y festivas, en lo que hoy se conoce como el Día del Orgullo. En 1969, la irrupción violenta de la policía en un bar de Nueva York llamado  Stonewall provocó una reacción como nunca de la sociedad contra el acoso y la criminalidad que sufría el colectivo. Desde entonces, partiendo del año siguiente, en Nueva York, Chicago, San Francisco y Los Ángeles quisieron recordar el ataque con un desfile o marcha reivindicativa que hacía más visible que nunca al colectivo LGTBi+

¿Qué derechos ha conseguido el colectivo LGTBi+?

Antes de Stonewall, en EEUU se podía condenar a cárcel a cualquier adulto que mantuviera relaciones adultas consentidas con otra persona del mismo sexo. Incluso en la intimidad de su hogar. Además de la cárcel, que podría estar entre cinco años o la perpetua, los gays o lesbianas se enfrentaban a la castración, hipnosis, terapia de electrochoque y lobotomías, etc. para intentar ‘curar’ y reprimir a los homosexuales de sus deseos.

No era diferente en muchos otros países, donde incluso hoy día siguen persiguiendo a las personas por su diversidad sexual o por su orientación. Hay pena de muerte en Irán, Somalia o Afganistán. Se les niega su existencia, como pasa en Ucrania o Rusia. Son perseguidos o no encuentran trabajo, como ocurre en El Salvador e incluso huyen de sus países para poder tener una vida digna como es el caso de miles de refugiados. A todos ellos y ellas, la bandera multicolor del Orgullo les representa, porque no solo se habla de visibilidad si no de la reivindicación de sus derechos sociales y políticos

Vagos y maleantes para la dictadura franquista

España pasó de ser uno de los países más beligerantes con los homosexuales, a ser un referente. La dictadura de Franco modifica en 1954  la Ley de Vagos y Maleantes de la II República para perseguir y castigar las prácticas homosexuales. En 1970, se sustituye ese texto por la Ley sobre Peligrosidad y Rehabilitación Social, que incluía penas de hasta cinco años de prisión o internamiento psiquiátrico. No fue hasta 1977 cuando se considera que se celebró la primera marcha similar al Día del Orgullo en España.

Fue en las Ramblas de Barcelona el 26 de junio de ese año. Allí se congregaron 4.000 personas bajo el lema de “Nosaltres no tenim por, nosaltres som” (“nosotros no tenemos miedo, nosotros somos”). Pedían la amnistía de los delitos sexuales y la derogación de la ley, puesto que en aquel momento todavía eran considerados un colectivo ilegal. Estas protestas se ampliaron a Madrid, Valencia, Málaga, Bilbao o Baleares. 

La lucha en la calle logró que en diciembre de 1978, el Gobierno retirara la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación social y los presos fueron liberados. En 1983 se reformaba la ley de escándalo público, usada durante el franquismo para perseguir a este colectivo. A partir de 1985, año en que se establece el 28 de junio como Día Internacional del Orgullo LGTB, comienzan a surgir nuevas asociaciones por toda España, como COGAM (Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid) en Madrid o COLEGA en Andalucía. Colectivos que pasaron a englobarse en la Federación Estatal FELGTB, creada en 1992, y que conectaba a todas estas organizaciones con las corrientes internacionales. 

España, país pionero de los derechos LGTBi+

Mucho cambió España con la llegada del nuevo siglo. Tanto que mientras aquí seguía ilegalizada la homosexualidad en otros países disfrutaban de más libertad, pero en poco tiempo España sería uno de los países que más protección ofreció y más igualó la situación de las personas LBGTi+. Empezando porque  en 2005, España se convirtió en el tercer país del mundo en legalizar el matrimonio entre dos personas del mismo sexo. Solo por detrás de Países Bajos (2000) y Bélgica (2003). Un gesto que situaba a las personas independientemente de su orientación sexual como iguales. España seguiría restaurando sus derechos al establecer la igualdad total en lo relativo a adopción entre parejas del mismo sexo, que todavía no se contemplaba en la legislación de ningún otro país. 

Pese a los avances a nivel legislativo, queda mucho por hacer a nivel ciudadano. Empezando por analizar por qué el 72% de las personas LGBT+ lo oculta o no se manifiesta como tal en el trabajo. Por qué para muchas personas reconocer su orientación o identidad sexual le supone una ruptura con su familia y entorno. Por qué el número de agresiones homófobas no termina de disminuir y por qué más del 60% de estas agresiones no se denuncian. Mucho por hacer en una polarización política donde para unos pocos la simple presencia y existencia del colectivo LGTBI les provoca ira y violencia.

 


Laura L. Ruiz, periodista especializada en igualdad

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