La conquense Arantza Toledo ganó una medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Piragüismo en Maratón de 2019 en la prueba de K2, bronce en K2 absoluto del Campeonato de Europa en 2022, cuarta posición en K2 Sénior Femenino en el Mundial de Maratón de Portugal. Estos son solo los últimos premios de una deportista puntera con la piragua que cuenta a Concilia2 el reto que sigue suponiendo ser deportista profesional y mujer.
«Si eres mujer, tienes un escalón más de dificultad, pues en muchos casos, estás en un segundo nivel a la hora de recibir becas y ayudas, de poder asistir a concentraciones nacionales, tener visibilidad de los medios o en las ayudas de patrocinios».
Un deporte muy exigente
Después de ganarlo prácticamente todo en la categoría de Sub-23, llevas un tiempo compitiendo en la absoluta. La preparación, la mentalización, la competición, ¿es igual?
Desde mi primer año de sub-23 (con 18 años) he ido compitiendo también en categoría absoluta, aunque con bastante menos presión porque realmente no era el objetivo. Ahora, al acabar la etapa de sub-23, la presión aumenta porque es el objetivo principal, así que la preparación es más exigente tanto a nivel físico, pues compito contra lo mejor de lo mejor, como psicológico, porque la presión a estos niveles es muy alta. Hay que entrenar más horas, cuidar cada detalle porque cualquier ‘imperfección’ puede marcar la diferencia entre quedar terceras o cuartas.
Has y estás participando en campeonatos del mayor grado posible en vuestro deporte, ¿qué supone para ti?
Poder asistir a un Campeonato del Mundo es uno de los sueños de cualquier deportista. Cada Mundial al que he ido lo he vivido como si fuese el primero y he intentado disfrutarlo como si fuese el último porque es muy difícil clasificarse y nunca sabes si podrás volver a estar en esa línea de salida. Quizás en el Mundial yo soporto menos presión porque el estar ahí es un premio y procuro disfrutarlo, pero la autoexigencia y el querer dejar en un buen lugar a mi país, sigue siendo un reto y debo prepararme tanto física como mentalmente.
¿Cómo se vive de forma profesional y cómo te preparas de manera psicológica?
Cuando preparo un Mundial, suelo entrenar de cinco a seis horas diarias durante seis días a la semana. El resto del día tengo que enfocarlo en la recuperación porque hay que tener en cuenta el entrenamiento invisible, en el que están incluidos otros factores como el descanso, la alimentación y la salud física y mental. Un deportista a estos niveles tiene que cuidarse mucho y cuidar todos estos puntos.
Sin referentes femeninos
Tu papel polifacético dentro del piragüismo es muy aplaudido. ¿Cómo llegaste a este deporte y cómo fue la decisión de apostar por él para ser profesional?
Llegué a este deporte gracias a mi hermano mayor. Al divorciarse mis padres, mi madre, que es la que nos ha criado, quería que mis hermanos y yo hiciésemos deporte y así, probando varios deportes, mi madre apuntó a mi hermano a piragüismo. Mi hermana pequeña y yo aún no teníamos la edad suficiente (ocho años) para poder empezar a remar, pero en cuanto pudimos empezar ya no paramos y los tres hemos conseguido ir a competiciones internacionales.
¿Cuál era tu motivación al principio?
En mi caso, al principio era ir a jugar y pasarlo bien. A los 13 años empezaban las competiciones nacionales y en la primera que participé conseguí una medalla. A partir de ahí, fui enfocándome cada vez más en el piragüismo, teniendo que sacrificar otras aficiones como el baile, otra de mis pasiones. Con 16 años participé en mi primer internacional y desde entonces hasta ahora, todos los años he conseguido ir a europeos o mundiales.
¿Tenías referentes femeninos en este deporte o en otros?
Al principio no tenía a ninguna referente, pero con los años, me empecé a fijar mucho en piragüistas como Teresa Portela o la húngara Renáta Csay.
Muchos de tus triunfos han sido al lado de Irati Osa, como pareja deportiva. ¿Cómo debe ser la sincronización y la relación deportiva entre ambas para lograr buenos resultados?
La sincronización tiene que ser impecable, es muy difícil acoplarse a otra persona en una embarcación, pero nosotras desde el minuto cero conseguimos ir bien y acopladas. Además, la relación entre ambas es muy buena, Irati es de mis mejores amigas y eso en el agua ayuda mucho porque confiamos la una en la otra y nos conocemos a la perfección. Es duro ser cada una de una punta de España porque se hace más difícil preparar las competiciones. Además, la federación nacional da escasas ayudas y todo tenemos que organizarlo nosotras. Pero, hemos ido buscándonos la vida y gracias a nuestro esfuerzo hemos llegado juntas a lo más alto.
Brecha de género
En muchos deportes suele verse la brecha de género reflejada en la falta de visibilidad en los medios, en los patrocinios e, incluso, en los premios de las competiciones. ¿Cómo es tu experiencia en este caso?
En mi caso, no pude acceder a un centro de alto rendimiento cuando cumplí 16 años, mientras que si hubiese sido hombre no habría tenido ningún problema. Por lo general, tenemos menos visibilidad a la hora de la retransmisión de competiciones, y los medios de comunicación suelen escribir más sobre los logros masculinos que los femeninos. Es una verdadera pena porque, al final, no estamos en igualdad de oportunidades y muchas deportistas lo terminan dejando porque no pueden dedicarse a ello de manera profesional. Yo, en mi caso, tengo la ayuda de mi familia, pero si no la tuviese, tendría que haber dejado el deporte porque no puedo vivir de él.
En agosto de 2020, tu compañera de piragua y tú tuvisteis que emitir un vídeo para lograr una beca que os permitiera competir al mayor nivel. ¿Por qué pasa esto?
Porque no hay ningún tipo de ayuda, ni siquiera teníamos una piragua de nuestra talla para competir en el Mundial y necesitábamos comprarla. Es muy duro y desmotivador que incluso en ocasiones nos hemos tenido que pagar la ropa de la selección española para competir. Gracias a la beca que conseguimos de Ellas Son de Aquí pudimos ir al Mundial y cumplir nuestro sueño.
¿Crees que es más difícil para las mujeres que para los hombres dedicarse al deporte de forma profesional? ¿Pasa más en otros deportes o también en el piragüismo?
En general, si hablamos de deportes minoritarios, es difícil ser deportista profesional. Si tu modalidad no es olímpica, será un poco más difícil aún. Y si eres mujer, un escalón más, pues en muchos casos estás en un segundo nivel a la hora de recibir becas y ayudas, de poder asistir a concentraciones nacionales, tener visibilidad de los medios, y de ayudas de patrocinios.
Premios y reconocimientos
Toda tu carrera está muy ligada también a Castilla-La Mancha. De hecho, hace un año obtuviste el Reconocimiento del Consejo Social de la UCLM en Albacete. ¿Es importante para ti no desligarse de tu región?
Yo soy conquense, aunque actualmente vivo en Albacete por tema de estudios. Para mí esta región es muy importante porque en ambas ciudades puedo compaginar mis dos pasiones que son mis estudios en Medicina en Albacete y mis entrenamientos en piragua en Cuenca. Antes de estudiar en Albacete hice enfermería en Cuenca, así que estoy muy vinculada a Castilla-La Mancha. Viajo prácticamente todos los días y es una suerte poder estar entre dos ciudades que están cerca y me permiten realizar lo que más me gusta. Estoy orgullosa de ser manchega, de formarme a nivel académico y deportivo aquí y de representar a mi región a nivel nacional e internacional.
Hablando de premios y de medallas, ¿cuál dirías que ha sido el triunfo que más satisfacción te ha dado?
Sin duda, el bronce en el Campeonato del Mundo de Maratón junto a Irati. Yo venía de una situación personal complicada, pero todo lo que llevaba dentro lo saqué en el río y al final conseguí uno de mis mayores sueños.
¿Cuáles son tus próximos retos?
Por un lado, en el ámbito deportivo, mi objetivo a corto plazo es el selectivo nacional, dentro de un mes, para poder representar a España en el Campeonato de Europa de Maratón. Si consigo ese objetivo, el siguiente sería realizar un buen papel en el europeo para asistir al Mundial.
A largo plazo mis objetivos están enfocados en asistir a todas las competiciones internacionales que pueda y defender a España lo mejor posible. Por otro lado, tengo el objetivo de finalizar con éxito el segundo curso de Medicina para poder dedicarme en verano exclusivamente al deporte. Me gustaría poder ser doctora especialista en medicina deportiva y dedicar parte de mi tiempo a la divulgación científica en temas de deporte, salud, bienestar, nutrición y salud mental.
¿Qué consejos les darías a las niñas y jóvenes que, como a ti, les apasiona el deporte y sueñan algún día con dedicarse a ello profesionalmente?
Que disfruten de lo que hacen en cada momento porque solo así es como salen las cosas. De nada sirve frustrarse por conseguir algo si no vas a ser capaz de disfrutar del camino. Es algo que tengo muy grabado: “haz lo que amas y ama lo que haces”.
Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad