Cómo acabar con la trata de personas

Cómo acabar con la trata de personas
23 septiembre 2022 Laura L. Ruiz

Desde Igualdad hasta Interior o Justicia. Los frentes para acabar con la trata de personas pasan por las leyes contra la violencia de la mujer, extranjería y combatir la brecha de género al acceso al trabajo. 

La pista de la trata y la tecnología

Desde 2003, la UNODC ha recopilado información sobre aproximadamente 225.000 víctimas de la trata detectadas en todo el mundo. A nivel mundial, cada vez son más los países que detectan a víctimas y denuncian a los traficantes de estas mafias. Ello conlleva una mayor facilidad en la detección de estas víctimas pero, como consecuencia, también un aumento de las cifras. Por eso es necesario plantearse cada 23 de septiembre, Día Internacional contra la explotación sexual y el tráfico de mujeres, niñas y niños, cómo acabar con la trata de personas.

Un aumento que también tiene que ver con la tecnología. De hecho, la ONU se centró este año en su campaña contra la trata de personas en cómo las redes sociales e internet pueden ser una herramienta para reclutar, explotar y controlar a las víctimas. También para gestionar su transporte y alojamiento, publicitar a las víctimas y llegar a clientes potenciales. Sin embargo, como dice la ONU, la tecnología también puede ser una gran oportunidad: las fuerzas del orden, los sistemas de justicia penal y otros aliados puedan investigar, seguir el rastro y apoyar la reinserción de las víctimas gracias a la tecnología. 

Legislación contra las puertas traseras del delito

En la actualidad, los países se esfuerzan por legislar contra la trata de personas. Ya sea en el ámbito de la explotación laboral o sexual, las normativas deben priorizar impedir el lucro con este crimen. Las mujeres, sobre todo las que son explotadas con fines sexuales en la prostitución, suelen tener un perfil de personas jóvenes que son engañadas con falsas promesas de empleo y después violadas, drogadas, encerradas, golpeadas o amenazadas con actos de violencia. También muchas veces les imponen deudas imposibles de cumplir, extorsionadas con su familia o chantajeadas por su falta de documentación o situación irregular. 

En España, la legislación se basa en el artículo 177 bis de la Ley Orgánica 10/1995, del Código Penal, la Ley 4/2015, de 17 de abril, del Estatuto de la Víctima del Delito y la Orden del Ministerio del Interior de 2013 para crear la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos, entre otras. A nivel internacional, la referencia es la Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional, realizada en Nueva York el 5 de noviembre de 2000, y los protocolos derivados de estas normas. En el ámbito europeo está la Directiva 2011/36/UE del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo y el Plan de la UE sobre mejores prácticas, normas y procedimientos para luchar contra la trata de seres humanos y prevenirla. Se puede consultar el listado completo aquí

Trata con fines de explotación sexual

Tanto el Protocolo de Palermo como el Convenio Europeo contra la Trata de Seres Humanos reconocen explícitamente que la trata es una violación de los derechos humanos e incorporan la prevención, protección, asistencia y reparación de las víctimas al enfoque de lucha contra la criminalidad y control migratorio que los gobiernos han venido adoptando en la lucha contra esta práctica. La trata de seres humanos con fines de explotación sexual constituye una profunda violación de los derechos humanos, que utiliza a las personas, principalmente mujeres y niñas, como simples mercancías, coartando su libertad y atacando su dignidad.

En situación como los conflictos bélicos, crisis humanitarias o la actual pandemia, las mafias aprovechan la desesperación de las personas afectadas para fomentar la trata de personas y el tráfico ilegal de seres humanos. Dos situaciones que a veces van de la mano. Por eso, ante situaciones como la guerra de Ucrania, muchas asociaciones alertaban de que los refugiados -fundamentalmente mujeres y menores- podrían caer en estas redes. 

Plan Camino y política migratoria

Para acabar con ella es necesario visibilizarla y tomar conciencia de su existencia en nuestro entorno. Un paso adelante ha sido la reciente aprobación del Plan Camino. Se trata, como detallan desde el Ministerio de Igualdad, de dar alternativas económicas, laborales y sociales a las víctimas de trata, explotación sexual y mujeres en contextos de prostitución. Así, se establecen políticas concretas para dar operatividad a la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual y complementar el Plan Estratégico Nacional contra la Trata y la Explotación de Seres Humanos 2021-2023.

Otro de los aspectos que se piden para acabar con la violencia de la trata es acabar con uno de sus principales cebos: la migración irregular. Uno de los miedos que tienen las víctimas migrantes es denunciar si no cuentan con los permisos de residencia o trabajo. Si bien es cierto que la legislación les ofrece amparo a las víctimas que denuncien, no lo hace a la hora de tener una segunda oportunidad. Las leyes de extranjería solo ofrecen un permiso temporal y hace falta un proceso jurídico y burocrático lento. Por contra, las asociaciones pro derechos humanos piden que la situación irregular no sea un arma para amenazar a las víctimas, ya que no suelen conocer la legislación actual. 

La prostitución y su vinculación

No puede obviarse que el destino de muchas víctimas de trata con fines de explotación sexual es la prostitución. Por ello, la demanda de servicios sexuales se identifica como una de las principales causas de este grave atentado contra los derechos humanos. El rechazo de la sociedad ante el consumo de personas es fundamental para su erradicación. De ahí que surjan campañas como la del Ministerio de Sanidad titulada #contralatratademujeresTOMACONCIENCIA

Desde las fuerzas políticas, también se han puesto en marcha para evitar la prostitución. En concreto, con la propuesta de ley para abolir la prostitución, que busca perseguir penalmente el proxenetismo y multar a los clientes. La diferencia entre esta norma y otras anteriores es que por primera vez se penalizará el consumo de estos servicios sexuales. Un hecho que ha enfrentado a quienes defienden la libertad sexual o profesional de prostitutas por derecho propio y quien considera la prostitución otra forma más de violencia contra las mujeres. 

 


Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad

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