Las preocupaciones de la juventud en España se han visto agravadas por la situación de pandemia en la que vivimos desde hace un año. Lejos de pedir menos a la sociedad y a su futuro, las y los jóvenes se implican más en la equidad entre géneros, el ecologismo, la participación en política, la precariedad laboral o la sexualidad.
La generación solidaria e inconformista
El ‘Informe Juventud en España 2020’ que de forma periódica publica el Instituto de la Juventud (Injuve) revela que la pandemia no ha cambiado las preocupaciones de los jóvenes en España. Como mucho, las ha acentuado. Eso se desprende gracias a las encuestas hechas a casi 6.500 personas entre 15 y 29 años residentes en el país.
Partiendo de las dificultades económicas y sociales que enfrentaba ya la generación de jóvenes a estudio, no cuesta imaginar que ahora se puntualice aún más la llamada ‘década perdida’. Pese a ello, desde el Injuve creen que la actual generación es “solidaria, inconformista, abierta, integradora, participativa, consciente de las desigualdades y discriminaciones que existen en nuestra sociedad y preparada para asumir los retos y los cambios necesarios en los ámbitos de la educación, la digitalización, la transición ecológica o la erradicación del machismo y sus violencias”.
Igualdad y juventud
La desigualdad de género es, de nuevo, un tema de preocupación para el 77% del colectivo y el 83% considera que la violencia machista es uno de los problemas sociales más importantes. Además, señala el estudio, existe entre los jóvenes un apoyo mayoritario a las políticas públicas de igualdad y un rechazo generalizado a las actitudes controladoras, si bien continúan situando el sexismo en el ámbito doméstico y de los cuidados.
Pese a que sea una preocupación principal para la mayoría, muchos de ellos no se identifica con el término ‘feminista’. Mientras 8 de cada 10 mujeres jóvenes se consideran feministas, sólo un 54% de los varones se identifican con el feminismo, alcanzando un 70% quienes sí lo hacen con la igualdad de género.
Fijándonos en las edades, tanto las mujeres como los hombres que se sienten más cercanos a este concepto son aquellos que tienen entre 20 y 24 años: un 83,1% y un 61% respectivamente. La segunda franja de edad que se identifica con el feminismo es la comprendida entre 15 y 19 años, un 82,7% de mujeres y un 51,5% de hombres se describen con un grado muy elevado. Aquellos que tienen entre 25 y 29 años, tanto hombres como mujeres, son los que se encuentran más lejanos a esta identificación.
Huelgas del 8M y el #MeToo
En todo caso, la igualdad de género es la causa que más ha movilizado a la juventud (38%), seguida por la educación (15,5%) y el cambio climático (14,9%). Entre ellas está el recuerdo de la huelga del 8M, la repercusión de la sentencia de ‘la manada’ o el #MeToo a nivel global. “La importancia de estas movilizaciones radica en que no solo tuvieron repercusiones en la agenda política, sino también en la mediática y social”, explica el estudio. “Hasta ahora, no se han presentado datos sistematizados para calibrar este posible cambio en las actitudes hacia el feminismo, como tampoco, para captar las tendencias en los adolescentes. Es decir, hay poco conocimiento en cómo son las generaciones más jóvenes en estos ámbitos”.
Es interesante también el dato que se extrae respecto al perfil social que dicta la preocupación o implicación en la igualdad. El estudio señala que la ideología vuelve a ser el factor con más peso a la hora de identificarse con el feminismo. Los jóvenes que se auto-ubican ideológicamente en el centro o en la derecha tienen una probabilidad menor de asociarse con la igualdad de género. Por otro lado, el nivel educativo no parece influir, pero sí que los jóvenes estudiantes se identifican más con el feminismo que los que trabajan de manera remunerada.
Sexismo y violencias machistas
Los jóvenes españoles también señalan con más énfasis su preocupación por el sexismo. Ven los estereotipos como algo a erradicar, sobre todo el que vincula a las mujeres con el ámbito privado, como ser menos competentes o que las sitúa fuera de la vida pública. También los que sitúan a los hombres como más valientes o contundentes. “En los últimos años, el concepto de sexismo se ha desagregado en diferentes subtipos. Muchas veces se utiliza la metáfora del iceberg: el sexismo más tradicional es la parte del iceberg más visible (…) En la parte más profunda del iceberg se encuentra el sexismo moderno o ambivalente. Éste último es más sutil y es la consecuencia del conflicto que surge entre la aceptación de valores igualitarios y sentimientos negativos hacia la mujer”, explica el informe.
Dos ejemplos claros. El informe plantea dos sentencias y registran quién está de acuerdo con ellas. Ante la frase “cuando la mujer tiene un trabajo a jornada completa, la vida familiar se resiente”, prácticamente todas las edades reaccionan similar: en torno a un 30% de los chicos están de acuerdo y en torno al 25% entre ellas. Cuanto mayores son, menos coinciden con la frase. El segundo ejemplo: “en general, los hombres son mejores líderes que las mujeres”. La mayoría está en desacuerdo, pero los hombres no se muestran tan contundentes. El 15,4% de los chicos entre 15 y 19 años apoyan la frase.
Una juventud que se preocupa
El estudio también confirma que los temas que más les interesa son el trabajo, la educación y la vivienda (8 y 9 puntos sobre 10). El interés por la política se sitúa cerca del 40% duplicándose en una década. Así, un 77% de los y las jóvenes estudiantes han participado en algún tipo de acción estudiantil, siendo las más frecuentes la participación en una huelga estudiantil y el voto para órganos de representación, ambas con un 58%.
El ecologismo no se queda atrás: cuatro de cada cinco jóvenes se interesan por las cuestiones vinculadas con el medio ambiente, siendo este interés particularmente intenso en los y las jóvenes de entre 14 y 19 años. Es más, casi cinco de cada diez jóvenes siente una preocupación máxima por el medio ambiente (47% frente al 17% de adultos).
Precariedad laboral y convid-19
El estudio recoge este año la situación de pandemia que se está viviendo y su efecto en lo laboral. Más de la mitad de jóvenes empleados (el 52%) tiene contratos temporales, una temporalidad 30 puntos superior a la del resto de la población. Sin embargo, casi un 38% desearía trabajar más horas de las que actualmente trabaja. La perspectiva de futuro es mala: casi cuatro de cada diez jóvenes desempleados cree poco a nada probable encontrar trabajo en el próximo año. El 66% considera que, tras la pandemia, sus oportunidades laborales y económicas serán peores que las de generaciones precedentes.
El efecto del Covid-19 también llega a la formación. El 60% de los encuestados entiende que su aprovechamiento del curso académico se ha visto significativamente mermado; alcanzando un 11% quienes afirman haber aprendido menos de la mitad que en un año normal. Uno de cada dos alumnos declara, además, que la supervisión del profesorado es mejor en la enseñanza presencial y casi ocho de cada diez prefiere el método al online.
Pandemia: más impacto para ellas
Finalmente, el estudio del Injuve señala que la repercusión psicológica de la pandemia y, sobre todo, del confinamiento severo, ha afectado hasta a un 32% de la juventud. Un porcentaje más alto en mujeres que en hombres. “El resultado de este informe nos anima y obliga a seguir trabajando para garantizar la igualdad de oportunidades y conseguir así que la educación cumpla su función de ascensor social”, explica la directora de Injuve, María Teresa Pérez.
“Los fondos europeos y las medidas sociales de este gobierno -explica- deben empezar a dar solución a los problemas de nuestros jóvenes, agravados por los efectos de la pandemia. “Tenemos por delante la ardua y estimulante tarea de afrontar la reconstrucción del país poniendo a nuestra juventud en el centro”, concluye Pérez.
Laura L. Ruiz, periodista experta en igualdad