En el trabajo doméstico no es lo mismo valor que precio
El oro tiene un precio muy alto a pesar de que no satisface ninguna de nuestras necesidades básicas cotidianas. El agua tiene un precio bajo aunque su valor es incalculable; algo similar ocurre con el empleo doméstico no remunerado que es realizado mayoritariamente por las mujeres.
Se ha venido confundiendo desde siempre el precio del trabajo doméstico y su valor en el mercado. Ello, sin duda, ha tenido repercusiones negativas de carácter social y económico para las mujeres. Éstas siempre han trabajado, pero el trabajo que se les ha asignado tradicionalmente —el trabajo reproductivo— no ha sido remunerado y, como consecuencia, no se le ha asignado valor económico.
Esta situación está cambiando y algunos economistas abogan por la cuantificación en el PIB del trabajo doméstico que sustituye de forma no remunerada el coste de los servicios que de otra forma el Estado de Bienestar debería afrontar: guarderías, residencias, centros de día, servicios de atención a personas con discapacidad, comedores escolares, etc.
Se afirma con toda rotundidad que una de las patas en las que se sustenta el Estado de Bienestar en España es el trabajo no reconocido, no valorado y no remunerado realizado principalmente por las mujeres.
Algunos ejemplos
En el año 2013 en El País Vasco el valor del trabajo doméstico no remunerado ascendería a 21.342 millones de euros y equivaldría al 32,4 % del PIB.
En Andalucía, según datos del estudio «El trabajo de cuidados de mujeres y hombres en Andalucía. Medición y Valoración» este trabajo aporta una riqueza no contabilizada de 167.500 millones de euros anuales, cifra más elevada que la generada por trabajo remunerado (140.000 millones). Concretamente cada mujer andaluza realizaría anualmente de forma gratuita un trabajo de cuidados del hogar y de la familia por un valor aproximado de 30.237 euros, casi el doble del generado por los hombres.
¿Qué precio tiene tu trabajo?
Te proponemos que calcules el precio del trabajo doméstico que realizas.
Primero piensa cuántas horas dedicas al día a las tareas del hogar y cuidado de las personas. Luego determina el número de días de la semana que realizas estas tareas. Finalmente multiplica las horas por los días y por el salario. ¡Te asombrará la cantidad resultante!
Ejemplo: Una persona que dedique 2 horas al día, siete días a la semana debería percibir más de 300 euros al mes*.
*Cálculo realizado conforme al SMI 2016 para las empleadas del hogar.
