Personas con discapacidad: su inserción laboral es una posibilidad real

Si hace tan sólo unos días te contábamos la historia de Virginia Felipe, ahora te vamos a relatar otra realmente interesante ¡no te la pierdas! Es real, se trata de una persona con discapacidad física que ha cumplido su sueño de niño: Pablo Belda. Si tú eres una de las muchas personas con discapacidad que existen en España ¡también podrás cumplir el tuyo! No desistas.

Pablo nació en Huelva donde realizó estudios universitarios. Es aficionado al Athletic de Bilbao, siente pasión por la Semana Santa y los belenes. Tiene destrezas para jugar al tute y espina bífida.

Además de lo anterior, este año Belda ha dejado aturdidos a los miembros del Tribunal Supremo cuando le examinaron para ocupar una plaza de fiscal. Aprobó y pronto se convertirá, con 23 años, en el fiscal más joven de la historia de España.

¿Se puede dudar ahora de la capacidad de las personas con diversidad funcional? Parece que la respuesta es no.

Prejuicios laborales sobre las personas con discapacidad: existen sin fundamento

Históricamente, las personas con discapacidad constituyen un grupo con altas tasas de desempleo; 23,4% de tasa de empleo en el año 2015. Aunque una persona con discapacidad puede acceder a la mayoría de los puestos de trabajo a los que opta otra persona, en la práctica las barreras se multiplican. Ello es así fundamentalmente por: las limitaciones que se autoimpone y los prejuicios empresariales.

De acuerdo a estudios sobre la inserción laboral de las personas con discapacidad —INE, Fundación Manpower, ONCE— los prejuicios más frecuentes: «que no pueden ocupar cargos de relevancia», «que no pueden trabajar de cara al público», «que no pueden ocupar puestos que requieran esfuerzo físico». No obstante, los mismos estudios confirman que desaparecen cuando la persona con discapacidad pasa a formar parte de la plantilla.

Lo que las empresas deberían hacer. Lo que las empresas deberían saber.

Las empresas públicas y privadas que empleen a más de 50 personas están obligadas a que el 2% sean personas con discapacidad y en las ofertas de empleo público se reservaran cupos para ser cubiertos por personas con discapacidad. Además, la persona con discapacidad no podrá ser discriminada por razón de su discapacidad. En su caso, los preceptos reglamentarios, cláusulas de convenios colectivos, pactos individuales o decisiones empresariales que contengan discriminaciones, serán nulos. Las empresas tampoco son conscientes de las ventajas e incentivos que podrían obtener si las contrataran.

Si eres una persona con discapacidad debes de conocer los portales de empleo específicos para ti y reflexionar sobre la viabilidad de crear tu propia empresa o actuar como profesional por cuenta propia. ¡Explora todas las opciones!

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