Hablamos de cuartos de baños. El domingo 17 de octubre El País publicaba en su edición impresa en un artículo titulado «Una apuesta en el aire« dedicado al A400M, un avión de la factoría de Airbus Defence and Space que se califica como una «ambiciosa apuesta de la industria militar europea». El autor del artículo, Raúl Limón, nos informaba que la máquina prendía ser «en términos automovilísticos» un todoterreno con la capacidad de un tráiler. También se indicaba el coste del producto: 31.000 millones. De la fabricación del A400M dependen «más de 50.000 trabajadores de la industria aeroespacial». El artículo continuaba analizando los ingentes costes de fabricación y los sobrecostes causados por los errores de diseño y fabricación. Uno de éstos fue disponer de un hueco en la zona de carga a modo de urinarios masculinos. Más tarde se dieron cuenta de que las mujeres también formaban parte de ejército y por tanto la aviación militar debe de disponer de baños similares a los de la aviación civil.
Foto: «Heraldo«.
Este es un ejemplo de cómo falta —o cómo se aplica— la perspectiva de género y en qué consiste la igualdad de oportunidades muchas veces mal entendida. No se trata de robar el espacio que los hombres ocupan legítimamente o desplazarlos, sino de tener en cuenta la presencia de las mujeres y por tanto apreciar las características y circunstancias que le son propias.
Es fácil imaginar a qué sexo pertenecen mayoritariamente las más de 50.000 personas que trabajan en la construcción del avión todoterreno. La falta de presencia femenina no tiene porque deberse obligatoriamente a la falta de medidas de igualdad en la empresa —aunque quizás—, también es importante tener en cuenta el escaso porcentaje de mujeres que optan por estudiar carreras técnicas. Pero ¿se hubieran tomado las mismas decisiones con equipos de trabajo paritarios, formados por mujeres y por hombres?¿cuánto dinero y esfuerzos se habría ahorrado la empresa si hubieran incorporado la perspectiva de género?
Las empresas deberían aplicar planes de igualdad de oportunidades y tener en cuenta la perspectiva de género para promover la creación de equipos de trabajo mixtos y paritarios y tener en cuenta a las mujeres en el diseño de sus productos y en la oferta de sus servicios.
Las mujeres son la mitad de la población y la mitad de la fuerza de trabajo. Las mujeres representan el 50% de la inteligencia y el talento con el que cuentan la sociedad y las empresas. Son la mitad de la población con capacidad de consumo.
Nota: Este artículo también se tituló como «I+D+I+perspectiva de género» y está dedicado a los y las ingenieras y periodistas que saben, conocen y aplican la perspectiva de género.
